LONDRES (Reuters) — Cerca de 70.000 mujeres, casi la mitad de ellas en Asia, mueren cada año a causa de abortos clandestinos a pesar de las promesas de mejorar la salud reproductiva y los derechos humanos hechas por los gobiernos hace una década, dijeron el miércoles investigadores.
El informe, presentado durante una reunión de tres días para medir el avance logrado desde la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (ICPD, por sus siglas en inglés) que se efectuó en El Cairo en 1994, mostró que solamente se han logrado pequeños avances para prevenir la muerte de mujeres a causa de abortos.
«Los abortos clandestinos son una seria amenaza para la salud y la vida de las mujeres alrededor del mundo, no solamente en Asia», dijo Elizabeth Maguire, presidenta del grupo Ipas, que trabaja para proteger a las mujeres de abortos clandestinos.
Los abortos clandestinos fueron reconocidos como un amenaza a la salud pública en la ICPD, en la que 179 estados miembros de las Naciones Unidas fijaron objetivos para mejorar la salud reproductiva, educación y derechos de la mujer y para mejorar los servicios de planificación familiar con el fin de reducir los abortos clandestinos para el 2015.
Los gobiernos también coincidieron en que, en los lugares donde el aborto es legal, deben asegurarse de que éste se realice en forma segura.
Pero la investigación de Ipas mostró que en algunas regiones los abortos clandestinos son responsables de más del 50 por ciento de las muertes femeninas relacionadas con el embarazo.
«Tenemos cifras de que cada minuto 40 mujeres se someten a abortos clandestinos y que 200 mueren cada día. El verdadero mensaje es que las muertes y discapacidades causadas por abortos clandestinos pueden prevenirse», dijo Maguire.
Maguire dijo durante una conferencia de prensa en una reunión en Londres llamada Cuenta Regresiva al 2015, que marca la mitad del camino hacia las metas establecidas, que los gobiernos no han hecho lo suficiente.
«Cambiar las leyes e implementar efectivamente esos cambios es la única forma de asegurar que las mujeres puedan ejercer completamente su derecho de decidir si quieren o no tener hijos», dijo.
Según el informe, Asia tiene el 55 por ciento de todos los abortos clandestinos en el mundo, mayor cantidad que cualquier región, con 10,5 millones en el 2000, seguido de Africa con 4,2 millones de abortos clandestinos y América latina y el Caribe, con 3,7 millones.
En Chile y El Salvador, el aborto no es legal bajo ningún concepto. Algunos países lo permiten por razones como salvaguardar la vida de la madre y en casos de violación o incesto.
«Pero el hecho es que, aún donde es legal bajo un número limitado de casos, no está disponible y no es seguro», dijo Maguire.
En Nepal, India, Indonesia y Filipinas, la atención médica post aborto comenzó a partir del 1994. Las mujeres pobres, solteras, viudas, adolescentes y divorciadas tienen la menor probabilidad de tener acceso a abortos seguros.
«El aborto clandestino en realidad tiene todo que ver con los derechos humanos y la injusticia social porque son las mujeres pobres y vulnerables las que no tienen acceso a abortos seguros», añadió Maguire.