Activista de derechos humanos acusado por tráfico de armas

GERARDO REYES
El Nuevo Herald
Sus amigos pensaron que se trataba de otra persona por una confusión en el nombre que la fiscalía federal reveló como parte de la lista de acusados de enviar armas desde Miami a grupos guerrilleros y paramilitares en Colombia.
Pero cuando el mismo gobierno lo identificó correctamente como Raúl Gómez DeMolina, de la incredulidad pasaron al asombro.
Es el mismo, dijeron, el ex oficial de la marina batistiana que estuvo preso más de 20 años en Cuba acusado de conspirar contra la revolución castrista; el padre del Gordo DeMolina de Univisión; el compañero que fundó en el exilio una sociedad que promovía la ecología y el pacifismo; el mismo Raúl a quien veían agotado de trabajar en dos y hasta tres empleos al mismo tiempo para procurarse un ingreso modesto en Miami.
Lo que no entendían es cómo un hombre que dedicó los mejores años de su vida a luchar contra el comunismo en Cuba, y en el exilio a promover los derechos humanos y la ecología, terminara bajo sospechas de vender armas a grupos comunistas lo mismo que de ultraderecha que tienen en común una larga lista de masacres y otra de destrucción de la naturaleza.
Sus conocidos no tienen respuestas.
»A mí me causó una gran sorpresa», comentó el activista de derechos Humanos Ricardo Bofill, quien recibió el apoyo de Gómez en sus años de activismo en Cuba. «Ese [el que describe la fiscalía] no es el Raúl Gómez DeMolina que yo conocí, la persona recta y respetuosa de la ley».
Bofill sostuvo que confía en la justicia de Estados Unidos y que si su amigo está involucrado, pues que la ley haga su trabajo.
Por ahora, ante los ojos de esa justicia, Gómez es considerado un traficante de armas que alardeaba de envíos de municiones y fusiles a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a través de Venezuela.
Las primera sospechas sobre los vínculos de Gómez con el tráfico de armas se conocieron en febrero de este año, cuando fue arrestado durante tres días en Maracaibo, Venezuela, por su presunta participación en un cargamento de municiones.
El contenedor con 60,000 cartuchos fue incautado en el puerto de esa ciudad procedente de Miami. A los tres días, Gómez fue liberado. En los archivos de la Guardia Nacional de Maracaibo, su nombre aparece frente a la siguiente inscripción: «cubano=EEUU, antichavista, instructor de tiro, facilidades para adquirir armas en EEUU, contacto con armerías, colecciona armas».
En la investigación federal de Estados Unidos la voz de Gómez quedó registrada en varias grabaciones secretas captadas por un informante de la Oficina de Alcohol, Tabaco Armas y Explosivos de Estados Unidos (ATF).
El 12 de julio de este año se le escucha decir que dado que su socio en el envío de las armas, Rodney Sharp, estaba en problemas porque había sido interrogado varias veces por la ATF, él asumiría el control del negocio.
Gómez explica al informante que tendrá que reclutar algunos testaferros para comprar armas en Estados Unidos, a fin de que su nombre no aparezca en los registros.
De acuerdo con la acusación, la organización en la que se movía Gómez estaba compuesta por el proveedor estadounidense Sharp, quien está prófugo en China; el intermediario colombiano Rafael Santos; y un mercader de armas de la frontera sin ley entre la península de la Guajira, al norte de Colombia y el Lago de Maracaibo, el venezolano Edgar Semprún. Antonio Tarrab, venezolano, también está acusado.
Gómez DeMolina, quien cumplirá 70 años este mes, no es ajeno a las armas.
Durante el gobierno de Fulgencio Batista fue oficial de la Academia Naval del Mariel donde estudió ingeniería. Al triunfar la revolución, el gobierno de Castro investigó su actuación y no encontró antecedentes de corrupción o abusos, explicó Bofill.
Decepcionado con la revolución fue licenciado y pasó en 1959 a la marina mercante cubana. Cuando tuvo una oportunidad, viajó a Estados Unidos donde se entrenó militarmente para una acción armada contra el gobierno de Castro.
Regresó a Cuba y fue arrestado en 1960. Fue condenado a ocho años de prisión.
En 1968 fue liberado, pero al año siguiente volvió a ser apresado por razones que Bofill sospecha que se relacionan con un programa para asilados de la embajada de México en La Habana. La primera esposa de Gómez salió de la isla a comienzos de la revolución junto el hijo de ambos Raúl, quien asumió el nombre artístico de Raúl DeMolina, y se convirtió en uno de los más audaces paparazzis del mundo del espectáculo. Hoy es animador del programa de Univisión, El Gordo y la Flaca.
En 1983, Gómez celebró de nuevo su libertad y se casó con su esposa actual, Daisy. Pero continuó en el lado de la disidencia y se vinculó en la isla al Comité Cubano Pro Derechos Humanos que se había convertido en un dolor de cabeza para Castro.
Bofill, director del comité, recuerda que Gómez era continuamente hostigado por su participación en la organización y las visitas que le hacía a su casa en Guanabacoa.
»Llegaba vestido todo de blanco con una guayabera, imponente, y se quedaba hablando conmigo mientras las turbas gritaban alrededor de la casa contra el movimiento», afirmó Bofill.
En la madrugada del viernes 24 de marzo de 1989, Gómez llegó al exilio y se dedicó, como muchos de sus amigos de causa, a discutir las esperanzas de Cuba.
También hacía eco de las protestas ambientalistas de su amigo Orlando Polo, fundador del movimiento Ecopacifista en la isla.
»En Cuba, la gente se está comiendo los árboles», advirtió Gómez en 1992, entonces presidente de la Asociación Medio Ambiental Cubana (AMAC). «Cuando se va la electricidad, le meten mano a los árboles para cocinar y tener un poco de energía».
Dictó clases de inglés, fue instructor de uso de armas, celador, y últimamente según la acusación, trabajaba en Miami Security Suply, Security Patrol Office, un negocio de armas con licencia federal.
Fue arrestado en Nashville, Tennessee, el 6 de agosto.
»Es lo menos que uno se puede imaginar», dijo Angel De Fana, ex prisionero político director de Plantados. «Cuando me enteré yo dije cómo es posible esto, incluso su personalidad, es un hombre sosegado».

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