En Brasil empieza a regir una nueva ley contra la posesión de armas, en un esfuerzo por controlar el alto índice de muertes violentas.
De acuerdo con la nueva legislación, cualquiera que sea sorprendido llevando un arma sin licencia puede ser enviado a la cárcel.
Permisos para porte de armas sólo serán otorgados a la policía o a aquellas personas mayores de 25 años que justifiquen estar en peligro.
Además, el proceso para adquirir una licencia de porte de armas se volvió largo y costoso.
Según las Naciones Unidas, la tasa de homicidios en Brasil es la cuarta del mundo. En el 2003 cerca de 40 mil personas murieron asesinadas con armas de fuego.
Steve Kingstone, uno de los corresponsales de la BBC en San Pablo dijo que la nueva ley forma parte de un esfuerzo concertado del gobierno brasileño para reducir el número de personas que mueren en incidente con armas de fuego.
El pasado mes de julio el gobierno ofreció pagar cien dólares por cada arma que se entregue a la policía.
Hasta ahora se han entregado 120 mil armas de fuego.
Aquellos que apoyan la campaña dicen que esperan que la legislación conducirá a un cambio de conducta en Brasil. Sin embargo, los corresponsales advierten que la ley puede ser difícil de implementar.