Associated Press
RIO DE JANEIRO – La policía ocupó el viernes dos barriadas o favelas después que Amnistía Internacional advirtiera sobre los riesgos de que enfrentamientos entre bandas rivales podrían provocar un baño de sangre.
El jueves, Amnistía dijo que una guerra entre bandas rivales en las barriadas de Parada de Lucas y Vigario Geral podrían desembocar en la muerte de civiles en caso que la policía no tomara medidas.
Desde temprano el viernes, unidades elites de la policía hicieron una redada e intercambiaron disparos con bandas, dijo a reporteros el director de seguridad interino Marcelo Itagiba. Agregó que unos 120 agentes permanecerían en las dos barriadas.
Cuatro personas fueron detenidas, fueron decomisadas cuatro granadas de mano y dos rifles de asalto, aseguró la policía. Un oficial resultó herido en la mano.
La policía dijo que ya regresaron a sus hogares al menos 100 familias que habían abandonado la barriada de Vigario Geral la semana pasada debido a la violencia de las pandillas.
Las luchas entre los dos barrios se han sucedido desde hace al menos 20 años. En julio del 2003, un enfrentamiento dejó al menos 10 muertos.
En su comunicado del jueves, Amnistía se quejó que la policía no estaba prestando atención a la creciente violencia en las dos favelas.
La barriada de Vigario Geral es conocida por una masacre policial ocurrida en 1993. Tres agentes fueron condenados por la muerte de 21 personas, en una aparente matanza en venganza por la muerte de policías supuestamente involucrados en el tráfico de drogas.
En los últimos meses, sin embargo, la atención se ha concentrado en las barriadas de Vidigal y Rocinha, ubicadas sobre las colinas de las zonas más exclusivas de Río de Janeiro.
Río de Janeiro es una de las ciudades más violentas en el mundo, con una tasa de homicidio de cerca de 50 por cada 100.000 habitantes.