Según las estadísticas del Fondo de Prevención Vial, de cada 10 conductores involucrados en accidentes, nueve son hombres y una es mujer. Ni qué decir de la última cifra de comparendos por género en Bogotá, manejada por la Secretaria de Transito y Transporte de 1998 que muestra que el 93 por ciento de las infracciones en la ciudad fueron cometidas por hombres.
Habrá quien diga que estas cifras no se pueden comparar, ya que hay muchos más hombres al volante que mujeres. Eso es cierto, pero aun así, los hombres siguen saliendo mal librados. Según el Ministerio de Transporte, una de cada cinco personas con licencia de conducción en el país es mujer, lo que muestra que aunque las mujeres conductoras son el 20 por ciento del total, se involucran tan solo en el 10 por ciento de accidentes y cometen el 7 por ciento de infracciones. Las cifras son contundentes: los hombres manejan peor.
Estas estadísticas contradicen incluso a muchas mujeres que sienten verdadero el prejuicio. Para Camila Ariza, que ha manejado taxi por siete años, las mujeres son las primeras en fomentar el machismo en este sentido. «Una vez una señora que iba con el esposo me hizo el pare y tan pronto se dio cuenta de que era una mujer la que conducía le dijo al marido: ¡no mijo, paremos otro, no ve que es una vieja y usted sabe que son muy brutas para manejar! «, recordó la taxista, quien tiene muchos ejemplos de esta discriminación. En una ocasión tuve un inconveniente con un compañero. Al tratar de llegar por un servicio de radio discutimos y me dijo que yo no debería estar manejando sino en la casa lavando los platos».
Julia Garzón vivió esta misma situación. Ella tiene 45 años y conduce un bus ejecutivo desde hace más de 15. «Más de una vez tuve problemas con un compañero y cada vez que discutíamos me echaba en cara que yo era mujer. Para mí somos mejores conductoras porque somos mucho más cuidadosas; la mayoría de hombres son muy guaches para manejar»
Según Ciro Quintanilla, profesor de escuelas de automovilismo por 20 años, existen malos conductores entre hombres y mujeres, y ciertas características pueden describir la forma de manejar de cada uno, pero esto no se puede generalizar. «Algunas mujeres tienen mucho problema para moverse lateralmente en reversa, les cuesta mucho aprender a parquear, pero son mucho más cuidadosas, mientras que los hombres tienen el problema de querer ir a altas velocidades y son muy imprudentes».
Es posible que a muchas mujeres les cueste más trabajo identificar rápidamente cuál es la derecha o la izquierda, pero lo cierto es que ponen en menor peligro a la demás gente.