Dramática liberación de secuestrada en Argentina

OSCAR J. SERRAT / AP
BUENOS AIRES
Un secuestro extorsivo que tuvo en vilo a la Argentina durante 25 días, llegó a su desenlace cuando, después de una prolija labor de inteligencia, 20 policías de Buenos Aires ingresaron por la fuerza en una humilde vivienda de la localidad de Merlo, al noroeste de esta capital.
Después de una balacera, los uniformados lograron rescatar sana y salva a Patricia Nine, empresaria, que había sido secuestrada y por cuya libertad los captores pedían más de un millón de dólares.
La mujer estaba atada a una cama y era custodiada por dos individuos armados. Uno de ellos fue abatido y el otro se suicidó, al verse perdido. La policía previamente había detenido a seis integrantes de la banda.
Una vez que Patricia estuvo de regreso en su hogar, en el vecino municipio de Moreno, Kirchner llamó telefónicamente a sus familiares para expresar su satisfacción. »Estaba emocionado como cualquiera de nosotros», dijo Eduardo Nine, padre de la mujer, propietario de un importante supermercado.
En las dos últimas semanas, centenares de vecinos se congregaban diariamente frente a la casa de la familia Nine para efectuar marchas de solidaridad, oraciones colectivas y otros actos de respaldo, difundidos a todo el país por los canales de la televisión.
La ola de secuestros extorsivos se ha convertido en serio dolor de cabeza y planteó dudas sobre la política de seguridad del presidente Néstor Kirchner y el gobernador Felipe Solá, aliado político del Presidente, a cargo de la principal provincia argentina, en cuyo territorio se registran los más altos niveles de violencia delictiva.
En ese distrito, pero particularmente en el populoso cordón conocido como el Gran Buenos Aires, que rodea a la Capital, proliferan también los hurtos y los robos a mano armada.
La resolución de este sonado secuestro extorsivo, dijeron algunas fuentes gubernamentales, fue el feliz resultado de un buen trabajo conjunto de las policías federal y bonaerense, generalmente separadas por rivalidades y recelos, así como también por la eficaz colaboración de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side).

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