KEN RITTER / Associated Press
LAS VEGAS
Cuarenta y tres integrantes de un elenco teatral cubano que se presentaba en Las Vegas pidieron asilo ayer en Estados Unidos, en lo que representa la mayor deserción colectiva de artistas de la isla.
Los integrantes del elenco, cuyas familias están en Cuba, dijeron haber tomado la decisión por miedo a que el gobierno no los dejase actuar más una vez retornaran a La Habana. Señalaron que las autoridades cubanas no querían que se presentaran en Estados Unidos.
»Se vieron forzados a esto», dijo Nicole »N.D» Durr, de nacionalidad alemana, quien dirige la producción »Havana Night Club», en la que han estado actuando los bailarines, cantantes y músicos.
Los integrantes llegaron en autobús a la corte federal de Las Vegas, donde entregaron sus respectivas peticiones.
El gobierno de Fidel Castro no se ha pronunciado al respecto.
Otros siete miembros del elenco, quienes actualmente están en Alemania, habían pedido el asilo, que les fue otorgado ayer lunes, dijo Pamela Falk, catedrática de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, quien asesoró al elenco.
Se prevé que lleguen a Las Vegas dentro de una semana. Otros tres integrantes decidieron volver a Cuba y uno más no ha tomado la decisión agregó Falk.
»El arte no tiene límites», dijo Durr. «Mis artistas se manifestaron al unísono y dijeron que querían irse. Deseamos bailar. Deseamos seguir bailando».
Durr afirmó que la decisión de pedir asilo fue difícil para algunos artistas del elenco, que tienen a sus familiares cercanos en Cuba.
La madre de uno de los artistas no tenía idea si su hijo iba a regresar a Cuba.
»Hace días que no me llama (de Las Vegas)», comentó Rosalía Pastora Benavides a la AP en una entrevista telefónica desde la provincia de Santa Clara, en el centro de Cuba. «La última vez que le hablé me dijo que estaba trabajando mucho, y que estaba contento. Pero nunca me dijo que quería quedarse».
El hijo de Benavides es Oslavi López, de 20 años. En los casi tres años que integra el elenco como bailarín con Havana Nights, ha viajado a Holanda, Alemania y Tailandia, agregó la madre.
»Ha viajado otras veces, y siempre regresa», dijo Benavides, que trabaja como ayudante de cocina de una escuela. «Pero yo no estoy en la cabeza de él. No sé qué tiene en mente».
Casi una docena de maquilladores y peinadores, personal de vestuario y técnico de escenas que por lo general viajan con Havana Nights se quedaron en Cuba en esta ocasión.
»Siempre hemos viajado con la compañía», dijo Norberto Pedraga, un estilista. Añadió que la única explicación que se les dio para que se quedaran »fue que teníamos que ir con la segunda compañía» a Brasil y Argentina.
La deserción del grupo se produce en momentos que están por volver a actuar en el Stardust Resort and Casino en Las Vegas Strip. La actuación estaba prevista para el lunes por la noche.
El estreno de »Havana Night Club» estaba programado para el 31 de julio, pero fue retrasado como consecuencia de un prolongado proceso burocrático para que los artistas entraran al país.
En julio, los promotores de las presentaciones se quejaron de que las autoridades cubanas no respaldaron el primer viaje del grupo a Estados Unidos, después que han realizado giras a 16 países, entre ellos Japón y Alemania.
Las autoridades cubanas dijeron en esa ocasión que no daban respaldo al pedido porque no creían que Estados Unidos les iba a conceder visas, en vista de que Washington les había denegado un pedido similar en febrero.
Pero finalmente Estados Unidos permitió que todo el elenco ingresara al país con el propósito de actuar desde el 21 de agosto hasta el 6 de septiembre, un período sólo de dos semanas de un compromiso de seis. El grupo repitió brevemente la producción el mes pasado.
Cuando el elenco decidió ir a actuar a Las Vegas, relata Durr, el gobierno cubano les amenazó con hacerles la vida imposible cuando regresaran. Asimismo dijo que el gobierno la expatrió en agosto y le dijo que no podía volver. Agregó que esa es parte de la razón por la cual el grupo teatral decidió abandonar Cuba.
»Hemos actuado juntos por más de seis años», comentó. «Somos como una familia».