México, D.F., 30 de noviembre (apro).- En menos de nueve meses, el quinto asesinato de un trabajador de los medios de comunicación en el norte de México se registró el pasado domingo, cuando el fotógrafo Gregorio Rodríguez Hernández, del periódico El Debate de Mazatlán, fue acribillado.
El crimen ocurrió mientras Rodríguez Hernández cenaba, a las 19 horas con su esposa y sus dos hijos en la cenaduría Infonavit Buenos Aires, en la esquina de las calles La Paz y el callejón Aquiles Serdán, en el municipio de Escuinapa.
El procurador estatal de Sinaloa, Oscar Fidel González Mendívil, se comprometió hoy a resolver el crimen del reportero, y aseguró que una de las líneas de investigación será la cobertura del fotógrafo sobre la seguridad pública en Escuinapa.
Según la información del periódico y de la propia Procuraduría, Rodríguez Hernández, de 35 años, fue baleado por tres desconocidos, quienes a quemarropa le dispararon cinco tiros en presencia de sus hijos Leonardo, de dos años, y Noemí, de seis.
En el lugar, peritos de la Procuraduría de Justicia encontraron cuatro casquillos y dos plomos de un arma de 9 milímetros, utilizada por los asesinos, quienes huyeron en dirección a un arroyo cercano.
La hija del fotógrafo, según las declaraciones de la viuda María Teresa Rodríguez, corrió a esconderse a su casa cercana, mientras que el niño se arrodilló llorando ante el cuerpo de su padre que yacía boca arriba.
Ante el artero crimen, la ola de protestas se han intensificado entre el gremio de fotógrafos y periodistas, ya que éste es el quinto asesinato en menos de 9 meses que se da en las entidades del norte del país, sin que hasta el momento se haya resuelto satisfactoriamente alguno.
En Tamaulipas, el 19 de marzo fue asesinado el editor de El Mañana, Roberto Mora, y el 31 de agosto, el columnista Francisco Arratia. En Tijuana, el 22 de junio, fue asesinado Francisco Ortiz Franco, subdirector del semanario Zeta, y el 8 de septiembre se hallaron los restos de quien las autoridades de Guerrero presumen es el columnista Leodegario Aguilera Lucas, colaborador de distintos medios y exdirector de la revista Mundo Político.
El 24 de noviembre, los peritos de la Procuraduría General de la República informaron que es imposible determinar la identidad de los restos hallados en un acantilado de Acapulco, por lo que, hasta el día de hoy, Leodegario Aguilera Lucas continúa en calidad de desaparecido.
La hija de este periodista, Maribel Aguilera, desde un principio se negó a identificar los restos como si fueran los de su padre y les reclamó a las autoridades de Guerrero que hicieran los exámenes correspondientes de ADN.
Consultada por Apro, Maribel subraya que las autoridades deben continuar investigando el caso de su padre como secuestro y que se siga la línea de investigación sobre el trabajo periodístico de su progenitor. En sus últimas columnas, se caracterizó por denunciar la corrupción de las autoridades del gobierno estatal, encabezado por René Juárez.
Antes de que fuera secuestrado, el pasado 22 de mayo, Leodegario le informó a su hija que realizaría un viaje a Los Cabos “porque ahí le habían dicho que estaban las propiedades de René Juárez”, gobernador guerrerense.
La violencia en Sinaloa
Antes del crimen del fotógrafo Gregorio Rodríguez, la comisión Ni Uno Más, formada por integrantes del gremio periodístico para darle seguimiento a los recientes crímenes, documentó que en Sinaloa, a finales de octubre, fueron agredidos por agentes de la AFI y de la SIEDO, reporteros de El Debate y Noroeste. Formularon una denuncia ante la PGR y la Comisión Estatal de Derechos Humanos con el número CEDH/11/268/2004.
“Existen dos versiones; se están investigando los hechos. Tengan por seguro que se va a castigar a quien corresponda: si hay periodistas responsables van a ser castigados y si los agentes son responsables, serán castigados”, rometió Zeferín Hernández, de la SIEDO, durante la reunión celebrada con los integrantes de la comisión Ni Uno Más, integrada por Balbina Flores, corresponsal de Reporteros sin Fronteras; Maribel Aguilera, hija de Leodegario Aguilera; Leonarda Reyes, directora del Centro de Periodismo y Etica Pública (Cepet) y Miguel Ángel Ortega, integrante del mismo organismo.
En su comunicado de prensa, la comisión reiteró que “mientras ocurran crímenes en contra de periodistas, la libertad de expresión en México está en entredicho; y mientras los asesinos y agresores de periodistas estén libres, las autoridades no habrán cumplido con su responsabilidad de garantizar la libertad de expresión”.