Cuando el médico mata al paciente

Calificar la eutanasia llamándola activa o pasiva, directa o indirecta, voluntaria o involuntaria, o suicidio asistido sólo logra confundir.
Hipócrates vivió en el siglo IV antes de Cristo. Hasta entonces, el médico cumplía una doble función; una era curar…¡la otra matar!
La gran contribución de Hipócrates, que pasó a la era Cristiana y guió la profesión de médico durante los siguientes dos milenios, fue la de separar la función de curar y la de matar del médico. A partir de entonces, el médico solo curaría. A través de los siglos, el juramento hipocrático ha contenido la frase, primun non nocere, «en primer lugar, no hacer daño». En la actualidad, los médicos que se gradúan ya no toman el juramento hipocrático. Con el aborto y el apresuramiento para legalizar la eutanasia, los médicos, trágicamente, han vuelto a asumir esa doble función.
EL PRECIO DE LA VIDA
Cuando se da el paso gigantesco de ponerle un precio a la vida juzgando que tiene solamente un valor relativo, el resultado es fatal, porque los precios pueden ser rebajados. Los nazis los rebajaron; Holanda los rebajó; el aborto ha demostrado lo mismo. Cuidado con cometer errores, las consecuencias pueden ser terribles. Recordemos a William L. Shirer que entrevistó a un juez nazi procesado y condenado a muerte en Nuremberg. El juez lloraba diciendo, «¿Cómo pudo suceder algo así?» El Sr. Shirer respondió, «Señor juez, sucedió la primera vez que usted autorizó matar una vida inocente.»
TUBOS Y MÁS TUBOS
Los partidarios de la eutanasia no dudan en acusar a los médicos de no permitir al paciente morir en paz. El típico cuadro que presentan es el de un anciano atado a una cama, agonizando, en constante dolor y con tubos en todos los orificios naturales de su cuerpo y en algunos artificiales. El médico trata de mantenerlo vivo, quizás para obtener un mayor honorario o quizás porque no quiere admitir que ha perdido la batalla para salvar una vida.
Una observación común entre personas retiradas es: » No quiero que se me mantenga vivo con todos esos tubos y mediante tratamientos caros y dolorosos.»
MEJOR UN CUIDADO COMPASIVO
Años atrás, los tratamientos capaces de salvar vidas eran limitados. Con mucha frecuencia, la misión del médico consistía en reconfortar y eliminar el dolor mientras el paciente se dirigía a una muerte inevitable. Más adelante, con el desarrollo de antibióticos, cirugías más adelantadas, unidades de terapia intensiva y coronaria y nuevos fármacos, se hizo posible evitar la muerte. Para los médicos hubo un largo proceso de aprendizaje, desde los excesos para mantener viva «demasiado tiempo» a una persona agonizante, hasta aprender a «desistir» y permitir que ocurra la muerte natural. Hoy, casi todos los médicos saben tratar muy bien a sus pacientes terminales.
UNIDADES DE CUIDADOS INTENSIVOS
¿ Es la unidad de cuidados intensivos (U.C.I.) un lugar tan aterrador y doloroso que los pacientes no quieren volver al mismo? Un estudio importante arroja luz sobre esto. (1)
A pacientes ancianos que fueron previamente tratados en una unidad de cuidados intensivos, se les preguntó si estaban dispuestos a someterse nuevamente a un tratamiento en la U.C.I. » si el mismo prolongaba su vida de la mejor manera posible» durante 10 años. El 96% de los pacientes respondió que sí. El porcentaje permaneció alto cuando se les hizo la misma pregunta pero reduciendo el tiempo a 5 años, 2 años, 1 año ó 6meses. El 76% aun dijo sí aunque se le prolongara la vida durante un solo mes.
BIOLÓGICAMENTE TENACES
Los pacientes terminales, acaban muriendo. Aunque los partidarios de la eutanasia hablan constantemente sobre esos casos, no son su verdadero objetivo. Son más bien aquellos que se piensa que deben morir, pero que no mueren… los biológicamente tenaces. Por lo general, tales personas no sufren dolor y sus vidas no dependen de aparatos terapéuticos, pero son, según el juicio de muchos, una carga para la sociedad. Se trata de las personas con derrames cerebrales, esclerosis múltiple, enfermedad de Lou Gehrig, daños cerebrales, tetraplegia, etc.
EL DOLOR
La bibliografía en favor de la eutanasia enfatiza continuamente el dolor constante, imposible de aliviar, insoportable, agonizante… Salvo raras excepciones, el dolor físico se puede controlar. Un sano consejo cuando se confronta el problema de que un ser querido padece dolor constante, es «busque otro médico». Si el médico propio no puede controlar el dolor, busque otro que lo haga.
«El reclamo de que el dolor físico agudo es una razón válida para matar a un paciente no tiene fundamento». (2)
El segundo tipo de dolor que constituye la razón principal por la cual hay algunas personas que pueden llegar a sentir deseos de ser eliminadas, es el dolor emocional, la desesperación, la pérdida de la esperanza, la falta de amor, la angustia, la soledad, la pérdida de la dignidad, cansarse de la vida y no querer depender de otros.
EL SUICIDIO
El suicidio entre aquellos que padecen serias discapacidades prácticamente no existe. Son las personas «normales» a su alrededor las que consideran que su calidad de vida es inaceptable y las que desean su muerte. (3)
Salvo raras excepciones, los que cometen suicidio están deprimidos. La depresión clínica es por lo general una disfunción bioquímica que puede ser aliviada mediante tratamiento a base de fármacos.
Más de la mitad de aquéllos que cometen suicidio han visitado a un médico el mes anterior. Sus quejas más comunes fueron insomnio, falta de apetito, fatiga y otros síntomas típicos de la depresión clínica. Desgraciadamente, muchos médicos no diagnostican ni tratan una depresión latente.
Generalmente los pacientes que tienen deseos de morir comparten estos sentimientos con personas de su entorno. Si después de consultar sus preocupaciones continúan sintiéndose de esa manera y llegan a pedir el suicidio o lo cometen, dependerá mucho de la respuesta que reciban de estas personas. (4)
ALIMENTO Y AGUA
Cuidados básicos: consisten en hacer que el paciente se encuentre cómodo y suministrar atención y cariño. Esto incluye, sábanas limpias, habitación acogedora, una sonrisa, un baño, posición apropiada, almohadas, alimento, agua y cuidados personales.
Cuidados terapéuticos: incluyen el uso de fármacos, cirugía y otros cuidados dirigidos a curar una enfermedad, reparar una lesión, extirpar un tumor, etc.… La terapia puede ser dividida entre la habitual, como dar antibióticos, entablillar un hueso roto, operar un apéndice; y la extraordinaria, como cirugía de corazón, transplante de órganos, etc. El cuidador ha sido siempre considerado negligente si no brinda el cuidado básico; es su deber. El tratamiento extraordinario nunca ha sido obligatorio y ha sido juzgado a la luz de muchos factores.
Prioridades confundidas: algunos ahora han cambiado el alimento y el agua de la categoría de «cuidados básicos» a la de «tratamiento». Por tanto, si se toma la decisión de detener el «tratamiento», el alimento y el agua pueden ser retirados. Si el doctor retira la terapia, el paciente a veces muere. Si el doctor retira el alimento y el agua, el paciente siempre muere, y de forma dolorosa. Retirar el alimento y el agua no implica «dejarlo morir», implica «hacerlo morir».
¿Alimento y agua?: cuando un paciente es incapaz de tragar, hay otros medios de darle alimento y agua. Los sueros intravenosos se utilizan temporalmente durante el periodo post-operatorio; después se puede suministrar alimento y agua durante semanas a través de un tubo naso-gástrico. Si el paciente tiene incapacidad permanente para tragar, se le puede insertar un tubo en el estómago a través de la cavidad abdominal. Esto proporciona al paciente una forma permanente, conveniente e indolora de alimentarse. La alimentación por medio de estos tubos es un método limpio, barato y efectivo, y utiliza simples batidos de leche. No manchan ropa ni sábanas y el cuidador sabe exactamente la cantidad de alimento consumida.
Los partidarios de la eutanasia etiquetan los tres métodos anteriores como «alimentación artificial»; cuando en realidad son métodos de «administración artificial» de alimentos.
ES LEGAL EN HOLANDA
Desde que se legalizó la eutanasia en Holanda, lo que comenzó aplicándose sólo en casos extraordinarios, se ha transformado en rutina. Veinte mil de las 130.000 personas que mueren cada año en ese país son matadas o ayudadas a morir por médicos. ¡La mitad de las mismas no pidió morir!
Estas incluyen ahora recién nacidos cuya calidad de vida se considera deficiente y adultos (e incluso adolescentes) depresivos en buenas condiciones físicas. (5)
Miembros de una organización visitan rutinariamente a los ancianos hospitalizados para revisar sus casos y prevenir que sus médicos los maten. (6) La Asociación Holandesa de Pacientes colocó una advertencia en la prensa denunciando que, en muchos hospitales, los pacientes son matados sin su permiso o conocimiento ni el de sus familiares. El anuncio aconsejaba a los pacientes y a sus familias informarse cuidadosamente sobre cada paso del tratamiento y, en caso de duda, consultar a un experto confiable fuera del hospital. (7,8,9)
Los jueces han establecido los requisitos que deben ser cumplidos antes de que un médico mate a un paciente. Los mismos incluyen peticiones para morir voluntarias y repetidas, dolor incontrolable, fuerza mayor (el médico no tiene otra opción), testigos y dos médicos que lo corroboren. Pero pocos de estos requisitos son considerados y el requisito de petición voluntaria por una persona en el uso de sus facultades mentales, hecho repetidamente, ha sido rutinariamente ignorado.
CAMBIÉ DE IDEA
Lo que el anciano dice en la reunión de la iglesia o aún en el consultorio del médico no es necesariamente lo que el mismo paciente dirá cuando realmente se tenga que enfrentar con la posibilidad de morir. La vida, a pesar de sus limitaciones, es un bien al cual la mayoría se aferra.
NECESIDAD DE EDUCAR
Cuanto más sabe la gente sobre el cuidado de los enfermos terminales, y los pros y los contras de la eutanasia, menos la apoyan. (10) Entre los médicos, el apoyo a la eutanasia es mayor entre aquellos que menos saben sobre ella. (11)
OTRAS RAZONES
Los médicos con frecuencia se equivocan al determinar que un paciente va a morir.
Cuando los únicos testigos vivos son el médico y aquellos que quieren que el paciente muera, ¿quién confirmará que el paciente realmente pidió morir?
Si la sociedad aprueba la eutanasia, ¿cuántos ancianos la pedirán para dejar de ser una carga para sus seres queridos?
¿Es de verdad voluntaria lo que llamamos «eutanasia voluntaria»? Los médicos y la familia pueden presionar a un paciente vulnerable para que pida la muerte.
En Holanda todo el progreso logrado para ofrecer cuidados paliativos de calidad ha desaparecido y sólo quedan unos pocos centros; mientras que en Inglaterra, donde la eutanasia está prohibida, hay más de 300.
Debido al costo que supone atender al creciente número de ancianos de EE.UU. los cuidados paliativos de calidad estarían cada vez menos disponibles si la eutanasia fuese legal.
RESUMEN
Supuestamente, la eutanasia resuelve un problema en nombre de ideales de compasión y autonomía. Pero sus defensores promueven medidas que, a pesar de sus buenas intenciones, resultan coercitivas y crueles. Si logran su propósito, esa actividad deshumanizará a los ancianos tanto o más que cualquier otro abuso indiscriminado de la tecnología médica. (12)
La tragedia que recaerá sobre los pacientes depresivos y con tendencias suicidas sólo será igualada por la que vivirán los enfermos terminales, particularmente los ancianos y las personas pobres. El suicidio asistido y la eutanasia se transformarán en la forma rutinaria de tratar las enfermedades graves y terminales, como ya ocurre en Holanda; y los cuidados paliativos serán recortados para todos. (13)
«Cuando los pacientes terminales reciben cuidados paliativos apropiados y apoyo afectivo, el deseo de suicidarse desaparece».
EL PAPEL DEL MÉDICO
Durante más de 2000 años la gente ha confiado en sus médicos para que «no hagan daño». Esta confianza ha sido severamente socavada por el aborto legal. Por favor, que no se continúe destruyendo esa confianza asignándoles nuevamente el papel de verdugos. Las Asociaciones de Médicos de EEUU, Australia y Canadá, han condenado la eutanasia.
J.C. WILLKE, M.D.
Patient…Preference for Med. I.C.U., Danis y otros, JAMA 12 de agosto de 1988, Vol. 260, No. 6, págs. 797-802.
Amicus Brief, AMA Glucksberg case, en 1&2,US Supreme Court, enero de 1997.
W. Peacock in Shewman, Active Voluntary Euthanasia, Issues in Law & Medicine, Invierno de 1997, pág. 234.
H. Hendrin, Seduced by death, W. Norton, 1996, pág. 218.
Acquittal After Assisted Suicide, British Medical Journal, 7 de febrero de 1994. Wilke, J.&B., Abortion Questions & Answers, Hayes, 1991, pag. 226 R. Fenigsen, «Involuntary Euthanasia in Holland», Wall Street Journal, 30 de septiembre de 1989. J. Willke, «How Doctors Kill Patients in Holland», National Right to Life News, 23 de mayo de 1989. J. Bopp y otros, «Euthanasia in Holland», Issues in Law & Medicine, vol. 4, no. 4, primavera de 1989. Survey of Voter Attitudes in U.S.; the Terrence Group, Houston, TX, septiembre de 1994. R.K. Portenoy y otros; Determinants of Willingness to endorse Assisted Suicide: 1995. Ídem (Portenoy), pág. 222. Ídem (Portenoy), pág. 218. Amicus Brief, National Hospice Organization, Quill & Gluckesberg cases, US Supreme Court, enero de 1997.

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