Bogotá. El presidente colombiano, Alvaro Uribe, está dispuesto a aceptar una reunión con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una «zona de confianza» para negociar un canje de rehenes por guerrilleros presos.
La Iglesia católica colombiana propuso hace dos semanas crear unas «zonas de confianza» para que el Gobierno y las FARC negocien el «intercambio humanitario», ante la negativa de Uribe a despejar «un milímetro» de territorio para reunirse con los voceros rebeldes, indicó DPA.
«Pese a su negativa inicial, el Gobierno parece flexibilizar su posición y estar dispuesto a aceptar la fórmula de la Iglesia, en el sentido de crear «zonas de confianza» en área rural entre (los municipios de) Florida y Pradera propuestos por las FARC para un eventual intercambio de prisioneros», según el semanario bogotano El Espectador.
La aceptación de la iniciativa se conoce en momentos en que Uribe advirtió que extraditará a Estados Unidos al jefe de las FARC Ricardo Ovidio Palmera Pineda, alias «Simón Trinidad», si ese grupo no libera antes de finalizar el año a 63 personas, incluidos tres estadounidenses y un alemán.
La Iglesia le propuso en su momento a las partes que se reúnan en una de sus sedes en alguna población cercana adonde operan las FARC.
El secretario de la Comisión Nacional de Conciliación de la Iglesia, monseñor Darío Echeverry, señaló que ese comité invitó al Gobierno y a las FARC a reunirse en un templo, una casa cural, un convento o un colegio católico ajeno de cualquier injerencia política o económica y en cercanías de una zona de operación de los rebeldes.
La última condición sería para evitar grandes desplazamientos de tropas de las FARC y así evitar riesgos que den al traste con las eventuales negociaciones.
La propuesta de Uribe de no extraditar a Trinidad «es como poner una bomba a los secuestrados», dijo el congresista Gustavo Petro, añadió Efe.
Petro, que es representante a la Cámara y presidente del Polo Democrático (independiente), consideró que está «seguro» de que las FARC rechazarán la exigencia de Uribe.
«Paras» desconfiados
Los miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que se han sumado al proceso de desmovilización organizado por el gobierno de Alvaro Uribe desconfían del proceso de paz, aseguró Salvatore Mancuso, líder de las AUC.
El jefe paramilitar indicó: «Nunca pensé que tuviera que afrontar la incomprensión, más cuando ésta viene de los amigos. Me duele la desconfianza de mis propios hombres. Cuando cada colombiano crea que no tengo los dados cargados, habrá credibilidad, por eso apuesto a ganarme la confianza de Colombia, pero para ello necesito el respaldo de quienes me acompañaron», citó el diario El Tiempo.
Mancuso estuvo presente durante la desmovilización de 553 hombres del Bloque Calima de las AUC, quienes comenzaron a entregar sus armas al alto comisionado de Paz del Gobierno, Luis Carlos Restrepo, en la población de Galicia, Departamento de Valle.
«El Gobierno (de Uribe) tiene abiertas las puertas para iniciar su vida en la civilidad, transiten por los caminos de la paz», dijo Restrepo a los desmovilizados.
Más de 3.000 miembros de las AUC se han desmovilizado los dos últimos años, pero Mancuso asegura que sus hombres todavía desconfían de las consecuencias del desarme de la ultraderecha, así como de la consecuente pacificación de Colombia, que lleva cuatro décadas sumida en un severo conflicto interno.