"Guerra" de carteles entre Cuba y EE.UU.

La Habana. El enfrentamiento de carteles entre Cuba y Estados Unidos en el malecón de La Habana entró en un nuevo capítulo, con una gigantesca caricatura del máximo diplomático norteamericano en la Isla, montado sobre un trineo con una leyenda alusiva a los derechos humanos.
El dibujo del jefe de la sección de Intereses Estadounidenses, James Cason, colgado en un edificio al costado de la representación de ese país, tiene una leyenda que dice «¿Cason los derechos humanos?» en referencia a la pronunciación en inglés del apellido del diplomático que se asemeja a la expresión interrogativa «qué son», informó Reuters.
La respuesta en la caricatura dice «bombardear bien derecho a los humanos».
Un grupo de caricaturistas dibujó en el malecón de La Habana, un águila desgreñada a todo el ancho de la calle, llamada «Super B», por la inicial del apellido de George W. Bush y de la palabra «bloqueo», en referencia al embargo económico de EEUU sobre la Isla.
«Es para que todos puedan pasarle por arriba», comentó Ernesto Padrón, uno de los dibujantes, que dirigía a una veintena de jóvenes pintores, la mayoría estudiantes de Arte que preparaban también otros lienzos de protesta.
La seguidilla de carteles en la vía pública comenzó hace casi dos semanas cuando la sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana colocó una serie de adornos navideños con el número 75 y luces de colores en directa relación con un grupo de disidentes al gobierno de Fidel Castro, apresados en el 2003.
Tras la exigencia cubana de retirar el letrero luminoso, el propio Cason citó a la prensa para declarar que el cartel permanecería hasta después de las fiestas de fin de año, como estaba previsto inicialmente.
Poco después el gobierno cubano respondió con dos letreros gigantes frente al número 75, con fotografías de torturas a prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib, en Irak, y alzó un letrero con la foto de un niño apuntado con el arma de un soldado con la leyenda «para el año que viene quiero que no lancen más bombas y no torturen a mi papá».
Cuba calificó la actitud de Cason como una «mamarrachada» para provocar problemas, mientras que diplomáticos estadounidenses en la Isla sañalaron que la reacción de colocar carteles con fotos de torturas es «hiperbólica».
El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, afirmó que su país dará «respuesta adecuada» a las «provocaciones» de Estados Unidos.
Asimismo aseguró que su país tiene «un arsenal de ideas» para «encarar las acciones subversivas» estadounidenses.

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