RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
Unas elecciones presidenciales reñidas, un país políticamente dividido y la reelección del presidente George W. Bush en medio de una polémica guerra en Irak, fueron, en conjunto, el principal hecho noticioso del año que culmina.
Sin embargo, la atención fue compartida con los juicios, tanto a grandes personalidades como la empresaria Martha Stewart y el cantante Michael Jackson, como el de Scott Peterson, quien asesinó a su esposa, Laci.
Bush se impuso con el 52 por ciento de los votos frente a los 47 de su rival demócrata, el senador John Kerry, quien durante la campaña electoral no escatimó esfuerzos y acusaciones para imponerse al mandatario.
Pero el Presidente, siguiendo un patrón anticipado en las encuestas, logró convencer al electorado, quien le proporcionó a los republicanos un regalo adicional: acabó con el estigma de ilegitimidad levantado por la controversia de la elección que le dio su primer mandato.
La victoria de Bush vino acompañada de la reafirmación del control republicano en la Cámara de Representantes y el Senado, donde este último le abrió las puertas al ex secretario de Vivienda, Mel Martínez, quien se convirtió en el primer cubanoamericano en ser electo senador y, virtualmente, en el hombre más influyente en Washington en materia de asuntos cubanos.
Las operaciones militares en Irak se recrudecieron durante en el año, y tuvieron su punto culminante en diciembre, cuando partidarios del depuesto régimen iraquí atacaron un campamento militar y provocaron 24 muertos entre la tropa.
En abril, la prensa reveló que una investigación interna del Pentágono detectó la realización de torturas contra prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, en Bagdad. Las indagaciones provocaron un »terremoto» en el estamento militar que le costó el puesto al entonces jefe de las tropas estadounidenses acantonadas en Irak, el general Ricardo Sánchez, y el desarrollo de su carrera, ya que vio congelado su nombramiento a la jefatura del Comando Sur, con sede en el condado Miami-Dade.
El escándalo llevó al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, a presentarse ante una comisión senatorial que investigó los abusos. Pero Rumsfeld salió políticamente ileso, y en noviembre Bush lo confirmó en su cargo para su segundo mandato.
Tras asegurar a Rumsfeld, Bush nominó a Condoleezza Rice para sustituir a Colin Powell como secretario de Estado, y al abogado de la Casa Blanca Alberto Gonzales para reemplazar al secretario de Justicia John Ashcroft.
Mucho más tormentosa fue la salida de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del director George Tenet, que se vio envuelto en una controversia trazada por las viejas rivalidades entre la agencia y el Departamento de Estado. El director salió en parte desacreditado por el escándalo sobre la inteligencia sin fundamento que Bush utilizó para invadir Irak el año anterior.
Tenet terminó renunciando en agosto y fue sustituido por el congresista de la Florida Porter Goss, también un viejo »lobo» de la agencia.
Todo surgió a raíz de la aprobación en julio del esperado informe de la Comisión sobre los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, en el cual se hacen una serie de recomendaciones como la creación de un «Zar de Inteligencia».
Mientras tanto, la empresaria Martha Stewart fue condenada a seis meses de cárcel después de que un jurado en Nueva York la encontró culpable de ocultar información bursátil a los inversionistas de su imperio y usarla en provecho propio.
En noviembre, al final de casi seis meses de juicio, en Redwood City, California, un jurado halló culpable a Scott Peterson de asesinar a sangre fría a su esposa, Laci, durante las navidades del 2002. El caso apasionó a la opinión pública estadounidense, que siguió las incidencias del juicio en vivo por la televisión. Casi desde el inicio, la opinión pública tildó a Peterson de culpable pese a los esfuerzos de su abogado, Mark Geragos.
Geragos fue menos paciente en otro caso mediático cuando en junio abandonó la defensa del cantante Michael Jackson, acusado por la fiscalía de abuso sexual infantil, una saga que lo persigue hace décadas y que finalmente lo ha llevado a la sala de un tribunal.
El abogado dijo a la prensa que se cansó de la »influencia exterior» sobre el caso por parte de grupos fundamentalistas musulmanes afroamericanos, quienes se hubieran encargado de la seguridad del mismo Jackson, en contra de la opinión de su abogado. Geragos, además, dijo que a determinada altura del caso, Jackson comenzó a discordar de su táctica, por lo cual decidió abandonar su defensa. El juicio del cantante comenzará el año entrante.
En febrero una ola de matrimonios del mismo sexo recorrió la nación, después que la Corte Suprema de California, y más tarde la de Massachusetts, permitieran su realización. En menos de una semana, unas 4,000 parejas habían solicitado licencias de matrimonio, y se calcula que unas 7,000 lograron casarse, hasta que a mediados de año, ya con la campaña electoral en marcha, la Corte Suprema, sin prohibir los matrimonios recordó que compite a los estados decidir sobre su realización y validez.
Al finalizar el año, la ola se había apaciguado, pero miles de matrimonios han entablado demandas contra los gobiernos estatales, no solo reclamando su derecho a casarse como también solicitando, en algunos casos, el reverso de la anulación del casamiento decretada en algunos estados.
En un nota científica, 2004 fue un año bueno para la conquista espacial. El ingeniero espacial Burt Rutan y su equipo ganaron un premio de $10 millones al lograr colocar en el espacio una nave privada con una nueva tecnología. La »SpaceShipOne» es lanzada desde un avión portador volando en una ruta suborbital. Tanto el avión como la nave fueron financiadas con fondos privados.
Este año, tres estadounidenses conquistaron el Nobel de física y dos el de medicina.