40% de grandes firmas en Europa y EE.UU. espían a sus empleados

Por Mercè Molist (*)
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La monitorización es algo cada vez más frecuente en Internet. Empresas y proveedores analizan el correo de sus usuarios para prevenir virus y «spam». Algunos programas instalan código adicional que espía con propósitos comerciales. Los administradores de sistemas monitorizan el tráfico en sus redes para comprobar que todo funciona. Los padres escudriñan los pasos cibernéticos de sus hijos. Y las empresas usan cada vez más estos programas para saber a qué se dedican sus trabajadores.
Hace diez años, la monitorización en las empresas era exclusiva de los administradores informáticos, que usaban herramientas del sistema operativo Unix para vigilar el tráfico a efectos técnicos. Mientras, en el mundo Windows, nacían los primeros filtros parentales, como CyberPatrol, que bloqueaban el acceso a los sitios que los niños no debían visitar. Hoy, los filtros han ampliado el mercado a bibliotecas y, especialmente, empresas, diversificando las posibilidades de sus productos, que ya no sólo filtran sino que espían abiertamente la vida internáutica de los empleados.
Según un reciente estudio de Pricewaterhouse y la Universidad de Navarra, una de cada diez empresas españolas ha sancionado al menos a un empleado por utilizar Internet de forma «indebida» y el 3% ha despedido a alguien. En Europa, según Datamonitor, dos de cada tres empresas filtran el uso de Internet de sus trabajadores. El 40%, sistemáticamente. En Estados Unidos, la American Management Association (AMA) asegura también que el 40% de empresas espían el correo de los trabajadores y una de cada cinco ha despedido a alguno por abusar de los recursos informáticos. Desde 2001, según la AMA, el control empresarial se ha duplicado.
La pionera empresa WinWhatWhere comercializa «Investigator», un programa que se instala en el ordenador del empleado y captura todos los movimientos del teclado, mostrando a distancia lo que hay en la pantalla, la navegación web, correo, mensajería instantánea y chat, con una función especial para no ser descubierto. Según cuenta la empresa, el FBI utilizó «Investigator», el año pasado, en la investigación y detención de dos rusos que habían robado miles de números de tarjetas en eBay. Los federales instalaron subrepticia y remotamente este programa en el ordenador de uno de los rusos.
Pero las «estrellas del control» del momento son Spector y eBlaster, ambos de la misma compañía, SpectorSoft. El primero permite filtrar y grabar el contenido del correo, chat, mensajería instantánea, navegación web, teclado y pantalla. Cuando hay algún movimiento no permitido en el ordenador, el programa avisa por correo electrónico al espía. Con los datos recogidos, como sitios web más frecuentados o tiempo de visita, elabora todo tipo de estadísticas.
EBlaster es más de lo mismo, con dos funciones añadidas: envía copia de todos los mensajes enviados por el empleado y no es necesario estar en el ordenador de la víctima para instalarlo, puede hacerse remotamente: se le envía un mensaje, con el programa adjunto, y se le convence para que lo ejecute. La aparición de este «troyano» comercial ha alertado a la comunidad de seguridad porque, aunque ya existen programas de este tipo para Windows, como el gratuito Back Orifice, su popularización comercial hace temer un aumento de su uso entre delincuentes, además del aprovechamiento del agujero que deja abierto, por parte de intrusos ajenos a la empresa.
El-Espía no tiene este problema. Es el único programa comercial de monitorización para Windows hecho desde España, según su autor, Josep Llobet, un leridano de 45 años: «El-Espía permite la monitorización remota en una red de área local, pero no desde Internet, para evitar entradas de terceros». Llobet creó El-Espía hace tres años y hoy se comercializa en Estados Unidos con el nombre de SALUS y, en Holanda y Portugal, como «BigBrother is Watching you!». Cuesta 42 euros y lo compran padres y empresas: «Lo quieren para casos puntuales. Lo que más se consulta es la actividad general y el acceso a páginas web».
El-Espía captura golpes de tecla, aplicaciones usadas, inicio y fin de conexiones a Internet, páginas visitadas, claves… Según Llobet, «facilita el acceso a determinada información a usuarios muy poco especializados que, de otra forma, un informático experto podría rastrear». La mayoría de programas de este tipo aúnan dos formas de espionaje: el «keylogging» y la administración remota. Los «keyloggers» capturan lo que sale por la pantalla, lo que se envía a la impresora, lo que se teclea… Hay muchos, como 2Spy!, PC Activity Monitor Net, STARR Pro, ProBot SE o Spy Agent. Los administradores remotos toman el control total del ordenador, como Radmin o el programa libre multiplataforma, Virtual Network Computing (VNC).
Hay también programas espía que no se instalan en el ordenador del empleado sino en los servidores de la empresa. Es el caso de Websense, líder en este campo, que filtra y monitoriza todo el tráfico web. Entre sus 18.500 clientes, el Banco de España, Banco Santander, la revista «Newsweek», las sopas Campbell, Coca-Cola, Toys R Us o General Electric. Stealth Email Redirector es otro ejemplo: reenvía a la dirección que se le indique todos los mensajes que pasan a través del servidor de correo. WebMail hace lo mismo con el correo por web. Win Sniffer captura las contraseñas.
A pesar del crecimiento de estos programas en el entorno Windows, los administradores de sistemas y usuarios de ‘software’ libre no se muestran impresionados: «No hace falta tanta parafernalia para saber qué hace un empleado. A nivel de servidor, con los programas libres se puede hacer de todo: ver el correo, las webs, cuando entra y sale del sistema… No hay que hacer nada especial, sólo configurar alguna opción del servidor. A nivel del equipo de trabajo, si se ha instalado administración remota segura (SSH), el administrador puede entrar en el ordenador y ver qué se está ejecutando», afirma Celso González.
«Están también las herramientas libres ethereal y etercap. Éste último acepta ‘plugins’ y puede rastrear ‘passwords’, interceptar ‘mails’, conversaciones de chat e incluso interceptarlas al vuelo y modificarlas o añadir paquetes. Además de romper comunicaciones cifradas. En administración remota, lo que quieras en Linux, es ideal para esto», añade Aritz Beraza, quien recomienda Snort y Tripwire para combatir los programas espía.
Estos «anti-espías» proliferan también en el mundo Windows, con nombres como Spy Sweeper, PestPatrol, SpyCop, Ad-aware, The Cleaner, SpywareBlaster o Anti-keylogger. Explica Flynn Kobe: «Detectan a muchos bichitos, pero no a todos. Si un jefe espía a un empleado, no hay ninguna defensa, a no ser que la persona espiada sea una experta. Los anonimizadores de la navegación no sirven para nada, si te espían a nivel de oficina, y el único ‘webmail’ inmune es Hushmail, que encripta todas las comunicaciones». Añade Celso González: «Sólo el cifrado es capaz de evitar que vean lo que estás haciendo, eso sí, seguirán sabiendo que haces algo, aunque no sepan el qué».
Juan Luis Podadera, autor del detector de espías SpyHunter, explica que «la monitorización en el trabajo es algo duro de combatir, ya que el ordenador es del empresario y no del usuario, que tiene limitados los programas que puede ejecutar o modificar. Peor si la monitorización se hace desde un servidor «proxy». Salvo cifrar la comunicación, no hay muchas alternativas. Además, los antivirus detectan una cantidad limitada de espías y sólo los que se encuentran gratuitamente por Internet. Nunca he visto que detecten un programa comercial».
Aunque la mayoría de programas espía se delatan por la huella que dejan en el registro de Windows, para arrancar automáticamente, Podadera niega que siempre sea así: «Los hay que no arrancan desde el registro, como Invisible Keylogger Stealth. Otros sólo arrancan cuando lo hace el navegador Internet Explorer, como los sistemas publicitarios que crean un perfil del usuario». De todas formas, dice el experto en virus Wintermute, «no hay nada indetectable al 100%, siempre va a existir un autómata capaz de descubrirlo. En programas detectores de intrusiones, existen técnicas para descubrir procesos que no hayan sido usados antes, uso de puertos y conexiones no habituales, uso excesivo de la CPU.. de modo que podrías ver un funcionamiento raro por estadística».
Instalar un «keylogger» y un administrador remoto en el ordenador de un empleado, sin dejar rastros, son seis horas de trabajo. Cuatro o cinco horas cada quince días, para revisar los datos monitorizados.
¿Es legal?
En pocos países existen leyes especiales para la monitorización empresarial. Mientras, aumentan los despidos por uso indebido de Internet y las denuncias de los empleados que han visto invadida su intimidad. En España, ha habido sentencias para todos los gustos, pero la tendencia es a seguir el Código Penal, que asegura el secreto de las comunicaciones, y las directrices de la Unión Europea, que consideran legal el espionaje si no hay alternativa, se tiene un fin legítimo, el empleado sabe que se le espía, los datos controlados no son excesivos y no se monitoriza de forma generalizada a toda la plantilla.
Para el abogado Carlos Sánchez Almeida, «la clave del debate está en el contenido de los mensajes. Se puede monitorizar el uso de Internet, la navegación, el volumen de correo y las cabeceras. Pero el contenido es privado y cogerlo sin orden judicial es un delito, como pinchar un teléfono». Otro punto importante es que el empleado sepa que espiarle entra en las normas de la empresa. Según PriceWaterHouse, sólo el 38,5% de empresas españolas tienen un protocolo sobre este tema. En Estados Unidos, la creación de políticas empresariales sobre monitorización está estancada en el 34% desde 2001, según la AMA.
Gran Bretaña, pionera en el espionaje de empleados, ha sido también el primer país europeo que ha salido en defensa de la privacidad en horas de trabajo. El pasado junio, el Comisionado de la Información publicaba un código para empresas, donde se les prohibe espiar a un trabajador sin su consentimiento, excepto en casos criminales o prácticas inadecuadas. A finales de junio, el Ministerio de Trabajo finlandés publicó un borrador sobre la protección de la privacidad en el trabajo, muy criticado porque, aunque regula la videovigilancia, permite que la empresa mire el correo de empleados que estén enfermos o de vacaciones.
Relacionados:
El-Espía
https://www.el-espia.net
Stelh Email Redirector
https://www.softsecurity.com/ser.html
Email Monitoring
https://www.email-software.org/email-monitoring-software.htm
ExploreAnywhere
https://www.exploreanywhere.com
Win Sniffer
https://www.winsniffer.com
Websense
https://www.websense.com
WinWhatWhere
https://www.winwhatwhere.com
SpectorSoft
https://www.spectorsoft.com
Ettercap
https://ettercap.sourceforge.net
Snort
https://www.snort.org
Tripwire
https://www.tripwire.com
Keylogger.org
https://www.keylogger.org
N2H2
https://www.n2h2.com
Vericept
https://www.vericept.com
Internet Safety
https://www.internetsafetysoftware.com
2Spy!
https://www.zoranjuric.com
MIMEsweeper
https://www.mimesweeper.com
Internet Manager
https://www.elronsw.com
Radmin
https://www.radmin.com
Virtual Network Computing
https://www.uk.research.att.com/vnc/index.html
Anti-keyloggers

What are Internet Security? How can I protect my Privacy?


WebRoot
https://www.webroot.com/wb/index.php
PestPatrol
https://www.sunbelt-software.com/product.cfm?id=911
SpyCop
https://www.spycop.com
LavaSoft
https://www.lavasoft.de
The Cleaner
https://www.moosoft.com/thecleaner
SpywareBlaster
https://www.vsantivirus.com/spywareblaster.htm
Spyware Info
https://www.spywareinfo.com
«La intimidad electrónica en el trabajo»
https://www.kriptopolis.com/more.php?id=15_0_1_4_M7
Manifiesto pro-intimidad electrónica
https://social.internautas.org/sections.php?op=viewarticle&artid=1

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