DEBORA REY
Associated Press
BUENOS AIRES – El número de muertos en la discoteca incendiada en la noche del 30 de diciembre subió el lunes a 83, con el fallecimiento de un niño internado en un hospital pediátrico, confirmaron las autoridades.
El número de heridos internados en hospitales es de 266, de los cuales más de 50 se encuentran en estado crítico, informó un portavoz del gobierno de la ciudad.
El incendio, provocado por el disparo de una bengala que prendió fuego al techo de la discoteca «República de Cromagnon», en el barrio de Plaza Once de esta ciudad, se convirtió en la peor tragedia ocurrida en la Argentina por causas no naturales.
En el amplio local, con capacidad para 1.500 personas, una cantidad tres veces mayor de jóvenes asistía a un concierto de rock del grupo «Los Callejeros».
Se comprobó que el local, cuyo propietario Omar Chabán está detenido, tenía tres de las cinco puertas de emergencia cerradas con candados. Estas y otras anomalías no habían sido verificadas en las inspecciones que debió realizar el gobierno de la ciudad y el cuerpo de bomberos.
Entretanto, arreciaba una ofensiva contra el jefe de gobierno (alcalde) Aníbal Ibarra, acusado por diversos sectores de responsabilidad por la falta de adecuado control sobre el funcionamiento de locales nocturnos.
El abogado Marcelo Parrilli, en representación de parientes de algunas víctimas, promovió el lunes una denuncia penal contra Ibarra, pidiendo se investigue su «falta de capacidad, idoneidad y honestidad», que configurarían el delito de «homicidios culposos».
Un grupo de familiares de las víctimas, con el acompañamiento de sectores políticos de oposición, programó una nueva marcha contra Ibarra en las próximas horas.
El alcalde prometió el lunes que todos los responsables del área de seguridad serían removidos. El secretario de ese sector, Juan Carlos López, renuncio el sábado y en las últimas horas también dimitió la jefa de inspectores de la ciudad, Fabiana Fiszin.
Se escucharon también críticas contra el presidente Néstor Kirchner, por haber permanecido, a pesar del accidente, en su provincia natal de Santa Cruz, en el extremo sur del continente, donde pasa uno período de descanso.