El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, rechazó la propuesta de su homólogo colombiano Álvaro Uribe de discutir, en una cumbre de mandatarios, la crisis generada tras la captura del dirigente de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Granda.
Chávez volvió a pedir una disculpa pública al gobierno de Colombia por el caso Granda.
El mandatario venezolano señaló que no está dispuesto a conversar hasta tanto no haya una disculpa pública por parte de Uribe.
Chávez dijo que sólo entonces conversará sobre el tema «cara a cara», aunque no en el marco de una cumbre de mandatarios.
El sábado, el presidente Álvaro Uribe propuso una discusión pública sobre el tema, en el marco de una cumbre de presidentes donde también se tratarían asuntos de seguridad.
Sin embargo, el presidente Hugo Chávez aclaró este domingo que no había recibido una invitación formal por parte de su homólogo colombiano y que se había enterado de esta oferta a través de la prensa.
Reunión bilateral
Hablando en su programa «Aló Presidente», Chávez dijo que sólo está dispuesto a conversar sobre el tema en una reunión bilateral, e invitó a Uribe a visitar los llanos venezolanos para hablar sobre la crisis.
El arresto del «canciller de las FARC», Rodrigo Granda, desató la polémica.
No obstante, aclaró que el tema de discusion «no puede ser el planteado en el comunicado de la Casa de Nariño».
El tema central «es que se cometió un delito» al «sobornar» a efectivos venezolanos para que «secuestraran» a Granda.
El mandatario venezolano dijo también que la crisis es producto de una conspiración por parte de sectores que se oponen, tanto en Colombia y Venezuela como en Estados Unidos, a la existencia de relaciones armoniosas entre los dos países.
El viernes, el gobierno de Colombia reiteró en un comunicado que no se había violado la soberanía venezolana y señaló que «el pueblo colombiano tiene derecho de liberarse de la pesadilla del terrorismo».
También destacó que la Organización de Naciones Unidas «prohíbe a los países miembros albergar terroristas de manera activa o pasiva», en alusión a la presencia de Rodrigo Granda en Venezuela.
Guerra diplomática
Las fricciones entre Bogotá y Caracas acaparan los titulares.
La crisis diplomática se profundizó el viernes pasado cuando Venezuela anunció que se habían suspendido los acuerdos comerciales con Colombia, hasta tanto el presidente Álvaro Uribe no se retractara de lo que Caracas califica como una violación a su soberanía.
El gobierno de Chávez también llamó a consultas a su embajador en Bogotá, luego de que el ministro de Defensa colombiano, Jorge Uribe, admitiese que se había pagado una recompensa por la captura del llamado «canciller de las FARC».
Las autoridades venezolanas sostienen que Granda fue secuestrado el 13 de diciembre en el centro de Caracas.
En esa operación habrían participado efectivos de las Fuerzas Armadas venezolanas. Ocho oficiales han sido arrestados en conexión con el caso.
La suspensión de los acuerdos comerciales deja en el aire proyectos clave, como la construcción de un gasoducto desde la costa colombiana hasta la ciudad venezolana de Maracaibo.