Tsunamis podrían afectar al Caribe

FRANK GRIFFITHS
Associated Press
SAN JUAN – Un grupo de científicos advirtió que el Caribe podría ser escenario de tsunamis mortíferos y enfatizó la necesidad de un sistema de aviso de maremotos en la región.
El Caribe carece de un sistema de advertencias adecuado, a pesar de que tiene algunas de las zanjas marinas más profundas del mundo.
En esas zanjas es donde se generan los maremotos y mientras más profundas son, más rápido se forman las olas mortíferas.
La última vez que los tsunamis golpearon la región fue en 1946, antes de que la población de las islas creciera de manera masiva, se construyeran importantes edificios en las costas y la región se convirtiera en un paraíso turístico que atrajo a unos 17 millones de visitantes en el 2004.
«El Caribe es un lugar muy peligroso para los tsunamis», dijo Uri ten Brink, geólogo del organismo de Investigaciones Geológicas de Estados Unidos y uno de los autores de un artículo sobre la amenaza que aparece en la revista especializada Journal of Geophysical Research.
El artículo fue publicado dos días antes de que los tsunamis se estrellaran contra las costas asiáticas el 26 de diciembre pasado, matando a más de 162.000 personas. Los maremotos fueron provocados por un terremoto en la falla norte-sur, a unos 7.620 metros de profundidad.
La zanja de Puerto Rico, una de las más profundas del mundo, a unos 8.207 metros bajo la superficie terrestre, es un cañón submarino de unos 900 kilómetros de longitud que se extiende paralelo a la isla y al este de las Antillas Menores.
Las tensiones entre las zanjas de Puerto Rico, la Española y Caimán, que rodean al Caribe, fuerzan a las distintas capas a hundirse una dentro de la otra mientras colisionan, provocando terremotos, deslizamientos submarinos o tsunamis. Mientras más profunda es el agua, más rápido se forman las olas.
El último tsunami fatal en la región sucedió en 1946, tras un terremoto de 8,1 grados en el estrecho de la Española. Más de 1.700 personas murieron en la República Dominicana y Haití, dijo ten Brink en una entrevista telefónica.
Cada 50 años tienen lugar terremotos de importante magnitud en el Caribe, una región donde incluso desastres naturales pequeños pueden matar a miles de personas debido a la degradación ambiental, las construcciones precarias y la gran cantidad de población que reside en las áreas costeras.
El Caribe tiene un sistema efectivo de advertencias de huracanes e indicadores de mareas para medir el nivel del mar. Pero carece de un sistema centralizado para alertar a todas las islas sobre un tsunami.
«El Caribe necesita un sistema de advertencias de tsunami», expresó ten Brink.

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