El embajador estadounidense en Caracas, William Brownfield, dijo el viernes que su gobierno no cuestiona la compra de armamento ruso por parte del gobierno del presidente Hugo Chávez, sino la presunta falta de transparencia de la operación.
La operación fue tratada durante la visita que Chávez realizó a Moscú en diciembre pasado.
«Cuando hay transparencia no hay confusión; cuando no hay debate y cuando la información llega a pedazos, hay confusión», dijo el diplomático a la prensa.
Venezuela anunció a mediados del año pasado que compraría en Rusia 40 helicópteros y 100.000 fusiles de asalto Kalashnikov con el fin de sustituir equipamiento obsoleto.
La operación fue tratada durante la visita que Chávez realizó a Moscú en diciembre pasado, en la que se anunció que los primeros equipos llegarían en julio.
Venezuela también está evaluando la posible adquisición de cazas MIG-29.
El jueves, Washington había expresado su temor de que la operación tuviera un efecto desestabilizador en la región y de que el armamento pudiera terminar en manos de los grupos rebeldes colombianos.
Me resulta francamente impertinente, incluso inaceptable, la permanente y sistemática intromisión
Bernardo Álvarez, embajador de Venezuela en Washington
En diálogo con la BBC, el embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez, criticó en particular a dos funcionarios del Departamento de Estado, Adam Ereli y Roger Noriega, por hacer esa sugerencia.
«Me resulta francamente impertinente, incluso inaceptable, la permanente y sistemática intromisión en los asuntos internos de Venezuela», afirmó.
Por su parte, el gobierno de Rusia opinó que la preocupación estadounidense era «infundada y tendenciosa», asegurando que la operación no ha violado la legislación internacional.