La Corte Europea de Derechos Humanos se pronunció a favor de dos ambientalistas británicos que la cadena de comida rápida McDonald’s llevó a juicio por difamación en 1994.
El fallo, emitido este martes, establece que el gobierno británico violó los derechos humanos de Helen Steel y David Morris al no proveerles asistencia financiera para tener una representación justa en el proceso judicial.
El tribunal también determinó que se había violentado la libertad de expresión de los activistas.
McDonald’s enjuició a Steel y Morris por distribuir folletos críticos de la empresa estadounidense en las afueras de uno de sus locales en 1986.
Los mismos, bajo la pregunta «¿qué tiene de malo McDonald’s?», criticaban la comida que vendía la compañía, sus métodos de producción y las condiciones laborales de sus empleados.
Récord jurídico
McDonald’s ha sido blanco de un gran número de protestas y demandas.
El llamado «McLibel» («McDifamación») batió el récord como el juicio más extenso de la historia legal de Inglaterra.
McDonald’s ganó el caso tras dos años y medio de audiencias. Pero Steel y Morris argumentaron que no tuvieron una representación justa.
Al negárseles asistencia legal, y ante la imposibilidad de contratar abogados por falta de dinero, ambos tuvieron que defenderse por sí solos frente al experimentado equipo de la multinacional estadounidense.
La Corte de Estrasburgo condenó al gobierno británico por no garantizar un juicio justo.
Asimismo, sostuvo que los ambientalistas tenían el derecho de expresar su punto de vista sobre McDonald’s, y que era de interés público que las empresas multinacionales estén abiertas a las críticas.
Por su parte, el gigante alimenticio señaló que los reclamos incluidos en los folletos de Steel y Morris hacen referencia a prácticas de los años 80, y desde entonces el mundo y McDonald’s han evolucionado.
Las leyes inglesas contra la difamación son de las más severas del mundo, y un potencial acusado de calumnia debe ser capaz de probar como verdadero cada aspecto de su crítica.
Según observadores, a partir del fallo de la Comisión Europea de Derechos Humanos, el gobierno británico debería considerar flexibilizar la legislación en la materia.
Más demandas
En los últimos años, McDonald’s ha sido blanco de un creciente número de protestas y demandas.
En el caso más reciente, la multinacional anunció el 12 de febrero que invertirá US$8,5 millones para resolver el reclamo de un activista, quien asegura que el aceite que la cadena de comida rápida utiliza obstruye las arterias.
En un comunicado, la empresa informó que donará US$7 millones a la Sociedad de Cardiología de EE.UU. y utilizará el resto en una campaña para informar al público sobre el peligro de los ácidos grasos en el aceite comestible.
El viernes, McDonald’s Corporation anunció ingresos de US$3.900 millones en efectivo por sus operaciones en 2004.