RAMON ALMANZAR
AP
Al menos 133 reclusos murieron el lunes en un incendio en una hacinada cárcel del este de la República Dominicana cuando miembros de dos pandillas que peleaban por la supremacía carcelaria prendieron fuego a sus almohadas y sábanas.
El suceso ocurrió como a las 12:30 de la madrugada en un pabellón de la cárcel pública de Higüey, en el este de la República Dominicana, y fue producto de una pelea entre confinados, dijo el jefe de Bomberos en Higüey, Néstor Vera.
Ramón De la Cruz Martínez, el director de prisiones de la República, dijo que el número final preliminar alcanza los 133 y el número de heridos ronda los 26.
»Es poco probable que aparezcan nuevos cadáveres porque ya los rescatistas han removido todos los escombros», dijo De la Cruz Martínez.
Precisó que entre los 26 heridos, cuatro presentan heridas de bala y seis, heridas de arma blanca.
El recluso José Pichardo Silverio, trasladado al Hospital Luis Eduardo Aybar en Santo Domingo, confirmó que el incidente tuvo su origen en la lucha por el control del penal.
»El problema comenzó porque habían dos higüeyanos que querían controlar la cárcel y nos estaban cobrando mil pesos a cada uno (unos 25 dólares) por estar ahí», sostuvo Pichardo Silverio, quien mostraba quemaduras leves en los brazos y el rostro mientras era llevado a toda prisa hacia el interior del hospital.
De la Cruz Martínez dijo que se hace una revisión para conocer cuántos reclusos había en realidad en el pabellón incendiado. En un principio, se dijo que había más de 148.
El funcionario reconoció que la cárcel estaba sobrepoblada.
»Tanto en la cárcel como en la celda donde ocurrió el incidente había una sobrepoblación», admitió sin poder precisar la capacidad de la prisión porque se le han hecho varias remodelaciones.
El incidente de violencia comenzó cuando el recluso José Manuel Hernández Mota hirió de bala a un integrante de una pandilla rival la noche del domingo, y docenas de prisioneros comenzaron a pelear para determinar cuál de las dos pandillas tomaría el control de los confinados, dijo De la Cruz Martínez.
La pandilla que controla la prisión vende comida, cigarrillos y drogas a los otros reclusos.
La pelea fue controlada por los guardias, pero a eso de las 12:30 de la madrugada, varios prisioneros iniciaron un motín, incendiando las almohadas y sábanas en sus celdas, dijo el general Simón Díaz, vocero de la Policía Nacional.
Las autoridades carcelarias no pudieron rescatar a los prisioneros porque presuntamente la entrada al pabellón estaba bloqueada. Díaz no pudo precisar la razón del bloqueo.
El Departamento de Estado estadounidense ha señalado un serio problema de hacinamiento y de falta de control en las 35 instituciones penales de República Dominicana, que fueron construidas para albergar a unos 9.000 prisioneros pero que el año pasado tenían más de 13.500.
»Virtualmente, todas las prisiones experimentan un hacinamiento extremo», lee un informe del Departamento de Estado sobre derechos humanos, que fue divulgado la semana pasada.
»Algunas cárceles estaban totalmente fuera del control de las autoridades y estaban, en efecto, operadas por confinados armados», agrega el documento.