Nuevos asesinatos en Juárez, México

Este fin de semana apareció el cadáver de otra mujer en Ciudad Juárez, en la frontera mexicana con Estados Unidos.
Se trata del décimo del año, una estadística que sigue sumando víctimas a las más de 300 mujeres que han sido asesinadas desde 1993, según informan organizaciones humanitarias.
María Esperanza Sánchez, periodista de BBC Mundo, visitó la zona.
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Son las diez de la noche en la colonia Rancho Anapra, un barrio pobre de Ciudad Juárez.
Los Zorros del Desierto, una organización que agrupa a vecinos del lugar, ya han comenzado a realizar un operativo de vigilancia en el sector para percatarse de que todo está en calma. Para eso recurren a la única arma con que cuentan, una estación de radio aficionados.
Juan Rivera es uno de los miembros de los Zorros del Desierto, organización que patrulla las calles en Ciudad Juárez.
«Vayan hacia Loma de Poleo (una colonia vecina), para ver como esta el movimiento por aquel lugar», dice Lorenzo Roque, desde la central.
«Empezando la subida prendan las torretas (luces especiales) para que la gente se de cuenta que ya andamos patrullando», responde otro de los miembros desde uno de los vehículos que realizan el operativo.
«Afirmativo, afirmativo», interviene un tercero.
Canal 21, como llaman los zorros a su estación, surgió como una respuesta a la inseguridad generalizada que, según dicen, existe en Ciudad Juárez y a la falta de atención de las autoridades al problema de la violencia en barrios como éste.
«Patrullamos el sector, cuidamos las escuelas en horas de entrada y salida, monitoreamos el transporte de las maquilas de las mujeres obreras cuando salen a altas horas de la noche para garantizar que lleguen seguras a sus hogares», me cuenta Juan Rivera, coordinador general de los Zorros del desierto.
Según un estudio del Instituto Nacional de Ciencias Penales de México, Juárez es una de las ciudades más violentas del país.
A través de Ciudad Juárez se moviliza un gran cantidad de contrabando hacia EE.UU.
Se trata de un problema en el que se mezclan la delincuencia común, la batalla entre los carteles del narcotráfico y otras formas de crimen organizado.
A esto hay que agregar la venta y consumo de droga al menudeo que ha aumentado de forma muy rápida en la ciudad en los últimos tiempos.
Barrios como Rancho Anapra son los que más sufren los efectos de esta situación.
«Estábamos abandonados por las leyes», señala Cipriano Solís, otro de los miembros de Zorros del Desierto. «Había muchos asaltos, muchos golpeados y entonces a raíz de eso implementamos un grupo de vigilancia. Nuestra función es dar parte a las autoridades, cuando algo sucede. Insistir para que nos oigan».
Los Asesinatos de Mujeres
Sin embargo, el factor fundamental que llevó al surgimiento de los Zorros del desierto fue el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez.
Más de trescientas jóvenes, buena parte de ellas trabajadoras de maquiladoras, fueron encontradas sin vida en los últimos doce años, en circunstancias aún no aclaradas.
Fue en el contexto de esas muertes que estos vecinos de Rancho Anapra comenzaron a hacer rastreos periódicos en los desiertos, donde han encontrado restos abandonados.
Se estima que más de 300 mujeres han muerto en los últimos 12 años.
«Se han hallado partes de cadáveres, pedazos de cráneo», señala Juan Rivera. Se trata de cuerpos que «tiran ahí y el mismo viento los va cubriendo con arena».
Fue precisamente en el desierto donde apareció el cadáver de Silvia Elena Rivera, asesinada en 1995. Diez años después de su asesinato, Ramona Morales Huerta, su madre, sigue pidiendo que se haga justicia en el caso.
Recuerda que una vez se acercó, junto a otras madres de fallecidas, a un alto funcionario del gobierno del estado «y él, en nuestra propia cara, nos dijo que las muchachas eran prostitutas. Ahora yo comprendo porque no hacen justicia».
Aunque el presunto autor del asesinato de su hija se encuentra tras las rejas, Ramona desconfía de las autoridades.
«Yo ya no se ni qué pensar. Ellos tienen a un culpable, pero un juez ha rechazado en tres ocasiones el expediente porque no tiene suficientes pruebas. Esa persona dice que él no es responsable, que hay unos hombres muy poderosos, que tienen mucho dinero y que tienen compradas a las autoridades».
Yo ya no se ni qué pensar. Ellos tienen a un culpable. Esa persona dice que él no es responsable, que hay unos hombres muy poderosos, que tienen mucho dinero y que tienen compradas a las autoridades
Ramona Morales Huerta, madre de una de las víctimas
Y ciertamente, algunas de las hipótesis sobre la autoría de estos asesinatos apuntan hacia el crimen organizado, y específicamente a presuntas redes de tráfico de mujeres.
No obstante, hay también quienes responsabilizan a individuos aislados.
Claudia Heredia Sandoval, psicóloga de la organización no gubernamental Casa Amiga, recuerda que la violencia contra la mujer es algo cotidiano en México.
Explica que en el caso de Juárez hay factores agravantes que han contribuido a corroer el tejido social, como el hecho de que cuenta con una población integrada por emigrantes de otros lugares de México, desarraigados de sus lugares de origen.
La respuesta de las autoridades.
Sólo dos personas han sido condenadas en relación a estas muertes.
Flor Mireya Aguilar, quien hace poco asumió el cargo de subprocuradora de Justicia del estado de Chihuahua, señaló a la BBC que se está haciendo todo lo posible para resolver estos casos.
«Nos hemos dedicado a reactivar los expedientes que habían quedado rezagados en administraciones pasadas. Y eso es lo que estamos haciendo, estableciendo nuevas líneas de investigación».
El obstáculo principal que tienen en esta tarea es el tiempo. «Algunos son asuntos muy viejos y para reactivarlos no es tan fácil. Sin embargo, estamos haciendo los esfuerzos para poder dar con los presuntos responsables».
Para la subprocuradora del estado de Chihuahua, Flor Mireya Aguilar, se está trabajando en los problemas de Ciudad Juárez.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos han criticado la pasividad con la que, según dicen, han actuado las autoridades frente a estos asesinatos.
Hace poco, la procuraduría para delitos de mujeres de Ciudad Juárez dio a conocer los nombres de 50 funcionarios responsables de omisiones o negligencias en el manejo de estos casos.
Wilfredo Campbell, alcalde de Ciudad Juárez, señala que las autoridades deben admitir que «un buen porcentaje de esos crímenes no serán resueltos, por la forma como fueron abordados al principio. Hay expedientes que cuentan sólo de una hoja».
Campbell considera que es hora de dirigir los esfuerzos a garantizar la protección de las mujeres que están vivas, en vez de en resolver el caso de esas muertes que «están fuera de nuestro alcance, desde un punto de vista técnico inclusive».
Sin embargo, el caso de los asesinatos de mujeres ha dejado una herida abierta en el corazón de la sociedad en Ciudad Juárez, una herida que para cientos de madres como Ramona Morales Huerta, no cerrará hasta tanto se haga justicia.

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