Quito. Alrededor de 30 mil personas marcharon desde el norte de la capital hacia el Palacio de Gobierno, en el centro colonial, reclamando la renuncia del presidente Lucio Gutiérrez, aunque la mayoría no pudo llegar tras ser dispersada por la Policía.
Hasta ahora una persona ha resultado muerta, el periodista chileno Julio Augusto García (58), de la agencia de noticias La Bocina, quien falleció por asfixia a causa de gases lacrimógenos lanzados por la Policía, para reprimir la movilización contra el Gobierno.
La manifestación pacífica salió del parque La Carolina, en el norte de la capital, con alrededor de cinco mil manifestantes, pero mientras avanzaba hacia el Centro se convirtió en una expresión multitudinaria, seguida de caravanas de vehículos, citó AP.
La protesta, la más grande desde el inicio de las manifestaciones nocturnas el miércoles, se desarrollo en medio de bocinazos y del grito «Lucio fuera», repetido infinidad de veces.
El grueso de la protesta fue dispersado a unas 15 cuadras del Palacio de Gobierno cuando la Policía lanzó abundantes bombas lacrimógenas, aunque pequeños grupos de personas lograron llegar a unas cuatro cuadras de la sede gubernamental.
La capital ecuatoriana fue declarada en emergencia por el alcalde de la ciudad, Paco Moncayo, quien organizó dispositivos de seguridad especiales frente a las marchas a favor y en contra del gobierno de Lucio Gutiérrez.
Moncayo responsabilizó al Ejecutivo de cualquier hecho violento que se suscite y calificó a Quito como «un campo de batalla», a pesar de que las movilizaciones y protestas han disminuído desde este lunes.
El alcalde anunció la suspensión del apoyo a la Policía para la construcción de cuarteles y la dotación de helicópteros porque «serán usados para reprimir a la población».
Sin embargo, unos 1.500 indígenas del interior llegaron a la capital para realizar una marcha pacífica en respaldo al presidente Gutiérrez.
Gutiérrez descartó la renuncia en los próximos días, como una salida a la crisis.
El Gobierno aseguró que cuenta con el pleno respaldo de Estados Unidos.