Venden kit para la eutanasia

El ‘equipo’, con somnífero y relajante muscular (solo lo pueden comprar médicos), convirtió en noticia las farmacias de esta ultracivilizada nación.
Su objetivo es ayudar a morir a pacientes terminales en su propia cama, pero su puesta en el mercado ha desatado polémica, porque algunos creen que el kit constituye una promoción del suicidio.
El kit de eutanasia surgió por petición de los llamados Médicos-Leif, Foro de Información para poner Fin a la Vida (en sus siglas flamencas). Y la filial belga de la multinacional Multipharma ha decidido coger este ‘nicho de negocio’.
La asociación Leif venía pidiendo esta iniciativa debido a que los medicamentos necesarios para inducir la muerte se encuentran fácilmente en hospitales, pero son de difícil acceso para los médicos ambulantes que visitan y asisten a pacientes en sus hogares.
Bélgica se convirtió en el segundo país del mundo en despenalizar la eutanasia el 23 de septiembre de 2002, sumándose a Holanda, la pionera. Y las autoridades sanitarias belgas calculan que cada año se practican alrededor de 600 eutanasias en suelo belga.
La razón de ser del kit, se-gún cifras del diario belga La Libre Belgique, es que «de las 259 eutanasias oficialmente declaradas y practicadas en los primeros 15 meses de la ley que autorizó esta práctica, el 41 por ciento tuvieron lugar en el domicilio de la persona enferma» y «un 5 por ciento en casas de reposo». Es decir, casi la mitad ocurrió fuera de hospitales.
El contenido
El kit trae una dosis de Penthotal sódico, un potente somnífero que va parando suavemente el corazón; Norcuron, un relajante muscular de acción muy rápida; un suero para disolver la mezcla letal, y todo tipo de medios auxiliares como catéteres, jeringuillas, agujas normales y de perfusión.
El Penthotal, en la dosis adecuada, es capaz de causar la muerte en un 90 por ciento de los casos. Con lo cual el Norcuron actúa como un se-guro, para garantizar el falle-cimiento del paciente que ha tomado esta decisión de aplicarse el kit.
Paul Perdieus, portavoz de Multipharma, explicó a la prensa belga que la importancia del kit radica en que «cada vez hay más pacientes que desean morir en la tranquilidad de sus casas en vez de en los hospitales, y tenemos que respetar su derecho facilitando la tarea de los médicos que les asisten».
Y Multipharma recalca que el médico que realiza esta práctica tiene que cumplir estrictos pasos antes de poder acceder al medicamento, ya que el mismo solo se entrega 24 horas después de haberse solicitado.
La noticia ha causado alarma en la frontera francesa, pues se teme la posibilidad de un tráfico de los kits de la muerte desde Bélgica que podría aumentar dramáticamente el número de suicidios voluntarios.
VÍCTOR MANUEL VARGAS
Corresponsal de EL TIEMPO
Madrid

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