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MEXICO
El truculento asesinato de tres potenciales empresarios de casinos frente a un popular restaurante del norte de México retrasó una votación en el Congreso para enmendar la prohibición del juego de azar y provocó exhortaciones para que restrinja aún más la actividad en los pocos lugares que se permite que los mexicanos hagan apuestas.
La propuesta para legalizar casinos, que ha sido presentada en varias ocasiones durante una década, es un asunto candente en un país plagado por el crimen organizado, pero con una desesperada necesidad de nuevos empleos. La reciente medida había progresado en una comisión, pero se estancó a raíz de los homicidios en Monterrey, cuyo estilo coincide con los asesinatos entre los traficantes de drogas.
El hecho ocurrió cuando tres empresarios interesados en construir casinos se entrevistaron con dos inversionistas de Las Vegas a fin de comparar información antes de almorzar en Los Arcos, un lugar de venta de mariscos.
Los estadounidenses se alejaron hasta un establecimiento de apuestas para observar las operaciones. Mientras los mexicanos esperaban en la playa de estacionamiento de Los Arcos, dos atacantes que los vigilaban desde una venta de hamburguesas se les acercaron y les dispararon, relató Jorge Cantu, vocero de la procuraduría del estado de Nuevo León, que incluye Monterrey.
Los legisladores aún podrán estudiar la medida durante una sesión especial que se realizará en las próximas semanas. Pero por el momento, ha sido necesario hacer una pausa sobre el tema y reflexionar sobre lo sucedido, comentó la legisladora Consuelo Muro, a favor de la operación de casinos, del Partido Institucional Revolucionario, con mayoría en la Cámara de Diputados.
El legislador Julián Angulo, del Partido Acción Nacional del presidente Vicente Fox, que se opone a los casinos, manifestó que todo se ha estancado. Los extraños asesinatos de los emperesarios refuerzan el argumento de que el lavado de dinero, el tráfico de drogas y los casinos están relacionados.
Los juegos de azar son ilegales en México desde 1938, cuando el presidente Lázaro Cárdenas logró una prohibición del Congreso indicando que los casinos eran en su mayoría de propiedad estadounidense y centros de corrupción para fomentar la prostitución y el tráfico de drogas.
En la actualidad, en el país azteca sólo se permiten las apuestas en las carreras hípicas y de galgos, al igual que los centros de apuestas fuera del hipódromo, aunque una ley aprobada en septiembre del pasado año facilita que los negocios obtengan licencias para apuestas.
Dos de las víctimas de Los Arcos presuntamente estaban vinculadas al tráfico de drogas y la tercera, José Cruz Fuentes, era un ex funcionario de la Patrulla de Caminos. En su vivienda se halló una ametralladora y centenares de cargas de municiones, lo que llevó a investigar posibles vínculos entre la actual industria de apuestas y el tráfico de drogas.
