La cadena de restaurantes Wendy’s, la tercera de Estados Unidos, ha perdido en el último mes 30 millones de dólares (23 millones de euros) por la denuncia de una mujer que dijo haber encontrado un dedo humano en un plato de judías con carne cuando comía en un establecimiento de la firma.
Pero la pesadilla de Wendy’s está a punto de finalizar. Anna Ayala, de 39 años, la mujer que desató el escándalo, ha sido arrestada en su casa de Las Vegas acusada de dos cargos de robo que podrían costarle hasta seis años de cárcel.
La Policía de las Vegas no ha desvelado aún los detalles de los delitos de que está acusada y su relación con el caso, pero ha asegurado que Ayala está involucrada en al menos otras seis denuncias sin fundamento contra grandes compañías, y que la queja contra Wendy’s tiene escaso fundamento.
El pasado 22 de marzo, Anna Ayala, que visitaba a unos parientes, denunció que había encontrado un dedo humano en su plato de frijoles con carne en un restaurante de la cadena en San José. Ayala amenazó con llevar el caso a los tribunales aunque finalmente no cumplió su amenaza.
Pero la noticia bastó para que Wendy’s viera como sus ventas en el área de San Francisco caían un 30% y las acciones se desplomaran un 10%.