EUROPA PRESS
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MADRID.- La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional juzga este lunes a tres miembros del «comando Madrid» de ETA por colocar un coche-bomba el 25 de enero de 1994 al paso de una furgoneta del Estado Mayor del Ejército del Aire en el que viajaban 11 militares. Se trata de Mikel Azurmendi Peñagaricano, Álvaro Juan Arri Pascual e Idoia Martínez García.
El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, pide para Azurmendi y Arri 701 años de prisión por 30 asesinatos frustrados y un delito de estragos, mientras que para Idoia Martínez solicita 690 años de cárcel, ya que no se la puede juzgar por el último delito al no haber concedido Francia su extradición por él.
En su escrito de calificación, el fiscal afirma que en los últimos días de 1993 decidieron colocar un coche-bomba en la confluencia del Paseo de la Ermita del Santo y la avenida de Manzanares, en Madrid, ya que por ahí pasaba todos los días una furgoneta en la que viajaban jefes y oficiales del Ejército del Aire.
La noche del 24 al 25 de enero de 1994, Azurmendi y Arri aparcaron un vehículo, previamente robado y al que habían cambiado las placas de matrícula, en el que habían introducido 45 kilos de explosivo y metralla. Al paso de la furgoneta, el dispositivo falló, por lo que Azurmendi y Arri huyeron dejando el coche-bomba abandonado.
El artefacto explotó cuando miembros del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a colocarle un cebo. La explosión produjo lesiones a 19 personas.