Venezuela instaló red para detección de sismos

NELIDA FERNANDEZ ALONZO
EL UNIVERSAL
El último terremoto que sacudió a Caracas ocurrió el 29 de julio de 1967. Fue un sismo importante de 6,5 grados en escala de Richter. En aquel entonces se contaron 236 muertos y 2.000 heridos.
Desde aquella experiencia hasta estos días han pasado casi 38 años. La cantidad de viviendas vulnerables se ha multiplicado y también se incrementó el número de edificios grandes. Las superficies no son las mismas, muchas han sido intervenidas por la mano del hombre.
«60 a 70% de la población de Caracas vive en construcciones informales de alto riesgo», dice Gustavo Malavé, presidente de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas, Funvisis, quien asegura, no obstante, que el terremoto de 1967 «nos enseñó a analizar aspectos que antes no teníamos la posibilidad de estudiar».
Malavé es ingeniero geofísico con doctorado en Sismología y al referirse al tema de los terremotos nunca deja a un lado el problema de las infraestructuras vulnerables a un movimiento telúrico. «Identificamos las amenazas locales en cada ciudad, con la idea de buscar soluciones que minimicen el riesgo y esto incluye un estudio de vivienda y una campaña educativa en las comunidades».
Son varios los factores que pueden magnificar los efectos de un terremoto. Las constantes lluvias, por ejemplo, constituyen una amenaza local en ciudades que tienen infraestructuras vulnerables, como es el caso de Caracas. El ingeniero asegura que unas precipitaciones fuertes, seguidas de un sismo, incrementarían las posibilidades de que la lista de víctimas sea más larga de lo esperado.
Alerta al instante
«Estamos ubicados entre los primeros del Continente en cuanto a la detección rápida de eventos. Estimo que somos los terceros después de Canadá y Estados Unidos». Malavé informa que Venezuela instaló la llamada «Red Sismológica Nacional» entre los años 2001 a 2004, que consta de 37 estaciones repartidas en las ciudades ubicadas en los sistemas de fallas del país.
«Si ocurre un sismo podemos tener un reporte en 15 minutos», dice el experto, quien recuerda que antes de tener este sistema, el país tenía una red analógica, actualmente ostentamos una red digital.
La ventaja de tener una red digital de esta magnitud es, dice el ingeniero, «que si tenemos un sismo que cause daños, podemos llamar inmediatamente a Defensa Civil, a los bomberos y a todos estos organismos para atacar el problema de forma inmediata».
El presidente de Funvisis dice que si bien no se puede prevenir el sismo, es posible detectarlo de forma rápida y también es posible preparar a las comunidades para que sepan cómo actuar en caso de que ocurra un terremoto.
«No podemos evitar que ocurran sismos, porque Venezuela está ubicada entre la placa tectónica del Caribe y la placa tectónica de Suramérica. En este país ocurren unos cinco sismos al día».
Prepararse para un sismo debe ser entonces un aprendizaje rutinario, «no se trata de crear pánico», pero la mayoría de la población apenas sabe que es recomendable pararse bajo un marco de una puerta o evitar el ascensor mientras ocurre el temblor y desconoce las acciones que debería tomar incluso antes de que se produzca el movimiento.
Por ejemplo, se debe evitar colocar objetos pesados arriba de los estantes, nevera o cualquier tipo de mueble, pues son estas cosas las primeras que se caen al producirse el temblor y pueden caer encima de las personas.
Para enseñar estas y otras recomendaciones, Funvisis trabaja en el establecimiento de convenios con el Cenamec y la Universidad Pedagógica Libertador, con el fin de formar docentes que puedan instruir a niños y jóvenes.
Asimismo, la fundación tiene el programa llamado Aula Sísmica, en el que se enseñan técnicas de desalojo y resguardo. Los representantes de Funvisis también reciben entre 60 a 70 personas diarias para entrenarlas en la cultura de la prevención sísmica, «pero a este ritmo no lo vamos a lograr, tenemos que ser más eficientes».
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