Bogotá. El hallazgo de 15 toneladas de cocaína en el puerto de Tumaco (suroeste), en el mayor decomiso de drogas en la historia de Colombia, dejó en evidencia la rentable alianza que mantienen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y sus enemigos a muerte, los paramilitares, que se unen a la hora de participar en el negocio.
El director de la Dirección de Investigación Judicial de la Policía (Dijin), coronel Oscar Naranjo, aseguró que las FARC y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) comercializan cocaína entre sí y han construido centros de acopio conjuntos que narcotraficantes expertos manejan para enviar al exterior, informó DPA.
Naranjo explicó que durante la revisión de la droga se reconocieron diferentes clases de símbolos que los traficantes usan para separar e identificar los cargamentos y que así se dedujo cuáles partes pertenecían a uno y otro grupo ilegal.
Un informante estuvo durante unos dos meses junto a los investigadores de esa entidad y de la Fuerza Naval entregando detalles clave para la culminación de la operación que demostró que los grupos armados y los narcotraficantes son un mismo grupo al momento de comprar y vender cocaína, reveló Naranjo.
Del mismo modo, el jefe policial reiteró que el hallazgo es una cifra récord para las autoridades que persiguen la extinción del narcotráfico en el país y aseguró que la totalidad de la droga fue destruida tras su registro y toma de pruebas.
Estudiar efectos dañinos
Ecuador solicitó al Gobierno colombiano la suspensión de las fumigaciones de cultivos ilegales en la frontera común hasta tanto «se comprueben sus efectos sobre el medio ambiente y la salud humana», según un comunicado oficial.
En una declaración, difundida por el diario El Universo de Guayaquil, el ministro de Gobierno y Policía, Mauricio Gándara, señaló que las aspersiones «deben suspenderse hasta comprobar fehacientemente que no haya daños como consecuencia».
Asimismo, anunció la conformación de un comité interministerial para analizar los efectos de las fumigaciones en la frontera colombo-ecuatoriana de 650 kilómetros en donde operan comandos guerrilleros y contrabandistas de armas y drogas.
La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad), adscrita a la Organización de Naciones Unidas (ONU), determinó recientemente que el glifosato no es nocivo para la salud humana ni el medio ambiente.