La Paz aislada por protestas

ALVARO ZUAZO / AP
LA PAZ
La Paz se encontraba aislada ayer del resto de Bolivia por marchas de miles de manifestantes, en su gran mayoría campesinos, en favor de la nacionalización de los hidrocarburos y otras demandas.
El partido cocalero Movimiento al Socialismo (MAS), la segunda fuerza en el Congreso y otras organizaciones campesinas también rechazan supuestos intentos divisionistas de la »oligarquía de Santa Cruz», el departamento más próspero de Bolivia, y exigen la convocatoria a una asamblea constituyente.
La policía dispersó a parte de los miles de manifestantes, que también paralizaron al mediodía el centro de La Paz y cortaron las principales vías de acceso a la sede de gobierno.
Los agentes lanzaron gases lacrimógenos, cuya detonación se confundió con el estruendo de cartuchos de dinamita de bajo poder, encendidas por mineros que participaron en las protestas.
Pese al bloqueo al ingreso a la ciudad de El Alto de la autopista que une a esa ciudad con la de La Paz, el presidente Carlos Mesa pudo llegar al aeropuerto que se encuentra en esa localidad y que sirve a la sede de gobierno, para viajar a Sucre, que hoy conmemora un aniversario.
En ese clima, el jefe de Estado Mayor del Ejército, general Marcelo Antezana, señaló que las Fuerzas Armadas »nunca van a permitir la división del país», a tiempo de señalar que no se opone a la creación de autonomías.
El militar no quiso hacer comentarios sobre el pronunciamiento del Alto Mando de las Fuerzas Armadas divulgado el lunes de que »no aceptarán» medidas inconstitucionales, en clara referencia al caso de la autoconvocatoria a un referéndum para la creación de su autonomía decidida el sábado por representantes de agrupaciones cívicas, empresariales y políticas de Santa Cruz.
La autoconvocatoria ha sido calificada por el Poder Ejecutivo y la Corte Nacional Electoral como »inconstitucional», puesto que esta sólo puede hacerse por ley.
Antezana pareció también aludir a versiones que hablan de la posibilidad de que civiles y militares estén en preparativos para dar un golpe al señalar que «la línea de actitud de respeto a la institucionalidad se mantiene».
El ministro de Gobierno, Saúl Lara, dijo ayer a la prensa que el Poder Ejecutivo fue sorprendido por »la agresividad» de algunos labriegos, miembros en buena parte de la Federación de Trabajadores Campesinos de La Paz Tupac Katari. La policía reportó que los manifestantes apedrearon al menos a cinco vehículos del transporte público y de particulares, y cometieron otros desmanes a su paso por el centro de La Paz para dirigirse a la plaza Murillo, sede del poder Ejecutivo y del Legislativo. Los agricultores, a los que se les sumaron mineros, maestros, vendedores callejeros de El Alto y estudiantes de la universidad pública de esa ciudad vecina a La Paz intentaron, sin lograrlo, ingresar a la plaza Murillo, donde se ha dispuesto un fuerte resguardo policial.

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