JORGE A.BAñALES / EFE
WASHINGTON
El gobierno del presidente de EEUU, George W. Bush, revisa su lucha antiterrorista ante la evolución de Al Qaeda, al tiempo que expertos reclamaron ayer una acción más firme para impedir que los terroristas adquieran armas nucleares.
La revisión »es necesaria para que tomemos en cuenta los efectos de años de operaciones contra dirigentes de Al Qaeda identificados y arrestados», dijo la asesora presidencial sobre terrorismo, Frances Fragos Townsend, en una entrevista que publicó ayer el diario The Washington Post.
Desde septiembre del 2001 las fuerzas militares y de seguridad de Estados Unidos concentraron su atención y sus operaciones en la red terrorista dirigida por el saudí Osama bin Laden, y los grupos colaboradores de Al Qaeda.
Pero algunos funcionarios sostienen que ha llegado el momento de desarrollar una estrategia más amplia contra los grupos extremistas, y otros expertos creen que Washington debería trabajar con otros gobiernos en problemas que van más allá de esos grupos.
»La lucha contra el terrorismo requiere un liderazgo presidencial directo», dijo el ex representante demócrata Lee Hamilton, quien junto con el ex gobernador republicano de Nueva Jersey, Thomas Kean, encabezó una comisión nacional que investigó los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
»Se necesita más dinero, más programas bien enfocados», añadió Hamiltón en el programa Meet the Press, de la cadena NBC de televisión.
Kean señaló que durante medio siglo el enfoque de seguridad de EEUU estuvo dirigido a la confrontación con la Unión Soviética y sus aliados, o naciones percibidas como amenazas, como China.
»Pero todo eso ha cambiado, ahora enfrentamos a una pequeña banda de individuos a quienes les importa un bledo el territorio, ni se atienen a reglas de guerra», agregó.
El senador republicano Richard Lugar, quien preside el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, señaló en el mismo programa de televisión que debe darse un nuevo impulso a la colaboración con Rusia para el control y fiscalización de las armas nucleares.
»Los rusos toman en serio todo esto, pero para ellos también es muy difícil hacer una fiscalización sistemática de lo que podría ser transferido a los terroristas», explicó.