Ejército colombiano manda refuerzos a Chocó y Putumayo

El presidente Álvaro Uribe deploró los atentados e indicó que será redoblada la seguridad en carreteras y selvas de esos departamentos.
La acción más grave se produjo en inmediaciones del municipio del Tadó, en límites con el departamento de Risaralda.
Los policías fueron atacados con explosivos, cilindros bomba y ráfagas de fusil, según informó un alto mando de la Dirección Nacional de la Policía en Bogotá.
Según informaciones entregadas por la Policía Nacional, los hechos sucedieron alrededor de las 2 de la tarde en el kilómetro 44 de la carretera Tadó-Pereira, en el sitio conocido como Aguaclara-La Arrastradera, cuando los uniformados se movilizaban en un camión 350 y cumplían con tareas de vigilancia.
Entre los muertos, agregó, hay un oficial, un suboficial y ocho patrulleros, cuyos nombres se desconocen.
En el vehículo, estableció EL TIEMPO, se movilizaban 14 policías adscritos al Escuadrón Móvil de Carabineros (Emcar) que opera en la región. Los cuatro heridos, que no revisten gravedad, fueron trasladados a Quibdó.
Los Emcar son grupos entrenados y equipados con recursos de Estados Unidos –actualmente hay 41 en todo el país– y se especializan en operaciones rurales y contraguerrilleras.
Ventura Díaz Ceballos, consejero de Derechos Humanos y Paz del Chocó, precisó que los hechos ocurrieron en jurisdicción de Guarato, un corregimiento de Tadó, ubicado a unas seis horas por carretera de esta cabecera municipal.
Las fuentes se abstuvieron de confirmar quiénes fueron los autores del ataque. En esta zona operan los frentes 57 y 30 de las Farc, el frente Manuel Hernández del Eln y una facción del Ejército Revolucionario Guevarista.
Voceros de la Policía Nacional informaron que a la zona del ataque fueron enviadas unidades de apoyo desde Quibdó y Risaralda, que además cuentan con la colaboración de la Fuerza Aérea Colombiana y el Ejército.
“Las operaciones en la zona son dirigidas personalmente por el coronel Ómar Perdomo, comandante en el Chocó. Se trata de perseguir y dar captura a los responsables de este hecho y de sacar a nuestros hombres muertos y heridos”, indicó un oficial de alto rango de la Dirección Operativa, en Bogotá.
Agregó que se trabajaba en la evacuación de los cadáveres por vía aérea y por tierra.
Ataque en Putumayo
De otro lado, en la vía San Miguel-Puente Internacional, en Putumayo, guerrilleros del frente 48 de las Farc activaron una carga explosiva al paso de una patrulla, según informó la Policía.
En el ataque resultaron muertos el subteniente Jorge Pantoja Acosta y los patrulleros Simón Varela Muñoz y Ediel Triana García.
Otros dos patrulleros de apellidos Ramírez Arias y Romero Esquivel resultaron heridos.
Otros ataques en el 2005
Primero de febrero: En Iscuandé (Nariño) 16 infantes de marina murieron en un ataque de las Farc.
2 de febrero: Ocho militares y un civil muertos, y cuatro heridos dejó un campo minado instalado por las Farc en Santa Ana (Putumayo).
10 de febrero: Ataque de las Farc en el Cañón de La Llorona en Urabá. 17 militares muertos y ocho desaparecidos.
23 de marzo: Ocho infantes de marina murieron cerca de Puerto Leguízamo (Putumayo) en un ataque de las Farc.
23 de marzo: Un policía muerto y otros siete heridos dejó un ataque de la guerrilla en zona de Ospina Pérez en Ricaurte (Nariño).
6 de abril: 17 militares murieron en una emboscada de la guerrilla de las Farc a una patrulla del Ejército que se desplazaba entre las poblaciones de Fortul y Tame (Arauca).
Un departamento en la encrucijada
Pese al regreso de la Policía a varias poblaciones y a los esfuerzos para intentar frenar el avance de los ‘paras’ y la guerrilla, el Chocó ha demostrado en las últimas semanas que sigue siendo un dolor de cabeza para la política de seguridad democrática de Álvaro Uribe.
La llegada a Quibdó de 1.047 desplazados, registrada en los últimos días, es solo un síntoma de la gravedad de la situación.
Estas personas salieron del Medio Atrato presionadas por las Farc, que les advirtieron sobre la inminencia de combates con el Ejército.
Este hecho se presenta dos semanas después de que Uribe envió al general Fredy Padilla de León, jefe del Estado Mayor de las FF.MM., al departamento para que investigue las denuncias de tres obispos sobre la presunta complicidad de miembros de la Fuerza Pública con los ‘paras’.
En el departamento operan los frentes 37 y 57 de las Farc, un grupo del Eln y las autodefensas, que se disputan el control de los cultivos ilícitos y las rutas de tráfico de armas.

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