Lima. Un enfrentamiento entre cocaleros y efectivos policiales que cumplían un operativo de erradicación de cultivos al norte de Perú, que dejó al menos 20 heridos, puso una vez más en evidencia la resistencia que genera en algunas regiones la política gubernamental antidrogas.
El enfrentamiento se produjo en la región de Tocache, 500 kilómetros al norte de Lima, en el Departamento de San Martín, cuando más de 200 efectivos policiales llegaron a una zona rural para erradicar 40 hectáreas de coca y fueron repelidos por unos 3.000 campesinos, según una fuente policial, indicó DPA.
La dirigente cocalera Nancy Obregón protestó por la acción policial, señalando que los efectivos reprimieron a los campesinos con disparos.
Obregón denunció que los policías destruyeron las 40 hectáreas de manera arbitraria, desconociendo un convenio con la estatal Empresa Nacional de la Coca (Enaco) que permite vender hoja de coca.
La dirigente señaló que los campesinos de la región de Tocache firmaron un acuerdo con Enaco para vender determinada cantidad de arrobas de coca por mes a cambio de evitar la erradicación de cultivos.
También señaló que se convocará a una huelga de los cocaleros para el 27 de junio.
Enaco es una entidad que se encarga de comprar la producción de coca, que se requiere para la venta lícita a la población y para la industria farmacéutica.
Según el responsable de la oficina gubernamental de lucha contra las drogas, Nils Ericsson, «en el país se producen 52.000 toneladas de hojas de coca, de las cuales 8.000 se destinan al uso tradicional, y el resto va a las posas de maceración, lo que significa que 90% de lo que se produce acaba convertido en pasta básica de cocaína».