Associated Press
BOGOTA – La canciller colombiana Carolina Barco se quejó por la «excesiva» revisión a la cual fue sometida al ingresar en mayo al aeropuerto de Miami, ya que los funcionarios de inmigración de Estados Unidos no habrían tenido en cuenta la importancia de su cargo.
«Yo iba a la reunión de la OEA en Washington para la elección del Secretario General. Era domingo y no pedí el apoyo del cónsul y al llegar al aeropuerto de Miami, al pasar por la seguridad, me sometieron a una requisa que encontré un poco excesiva por ser la representante de un país», declaró el viernes Barco a Radio RCN.
«Me quitaron los zapatos, me quitaron la correa, me miraron la maleta, me miraron todos los elementos y consideré que era un poco excesiva y pedí explicaciones de por qué se requería eso y me dijeron que eran razones de seguridad», agregó.
Interrogada sobre si también fue sometida a una revisión corporal, Barco dijo: «Yo no quiero entrar en esos detalles».
Barco aseguró que se identificó con su pasaporte diplomático y le manifestó al agente de seguridad que era la canciller de Colombia. «Para él no tenía mayor trascendencia… me pareció difícil que no se respetara mi condición de representante de un país», añadió.
A raíz del incidente que habría ocurrido el 1 de mayo, la canciller Barco afirmó que le envió una nota oficial al embajador de los Estados Unidos en Colombia, William Wood, en la cual pidió coordinación entre el Departamento de Estado y la oficina de seguridad interior o Homeland Security para que «las requisas se hagan de una manera más cordial y respetuosa».
«Lo que busco con esto es hacer una llamada de atención, que se preste esa seguridad, la entiendo y la apoyo totalmente como la apoyamos todos, pero se puede hacer más amable para todo el mundo que esté entrando a los Estados Unidos», añadió Barco.
La canciller dijo que la embajada le respondió la nota oficial y prometió hacer una investigación sobre este caso.
Aunque AP contactó a la embajada de Estados Unidos en Bogotá, no hubo una reacción inmediata.
Para los colombianos resulta particularmente difícil obtener visa e ingresar a los Estados Unidos, debido al gran flujo de droga que mueven las mafias locales hacia ese y otros países. En cárceles del exterior hay alrededor de 17.000 colombianos detenidos, la mayor parte por cargos relacionados con el narcotráfico.