El gobierno panameño advirtió sobre la posibilidad de que elementos de la extrema izquierda estén aprovechando las protestas en rechazo a la nueva ley que regula la seguridad social para desestabilizar al país, luego que se recrudecieran en las últimas horas las manifestaciones.
Los opositores a la reforma de la seguridad social prometieron seguir las protestas.
Héctor Alemán, ministro de Gobierno y Justicia, indicó que dirigentes obreros radicales intentan aprovechar la crisis para generar disturbios. «Durante estos días hemos dado seguimiento a lo que hoy se confirma como una escalada tendiente a generalizar el caos y la violencia en el país», indicó.
Unas 491 personas fueron detenidas y 20 resultaron heridas tras duros enfrentamientos en ciudad de Panamá y en otros puntos del país, debido a las protestas de los gremios obreros, docentes y médicos, en huelga desde el 26 de mayo.
Según el funcionario, durante las protestas se detectó un intento de sabotaje a la subestación de energía de Balbuena, Chiriquí (occidente del país), donde pretendían producir apagones.
Responden los huelguistas
Mientras tanto, el dirigente obrero Saúl Méndez, del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS), desmintió estas aseveraciones y fue enfático en señalar que este plan subversivo se ha dado por parte del Gobierno en contra de la población panameña, «ya que están aplicando, inventando, descalificando y reprimiendo».
Durante estos días hemos dado seguimiento a lo que hoy se confirma como una escalada tendiente a generalizar el caos y la violencia en el país
Héctor Alemán, ministro de Gobierno y Justicia,
También el vocero de los educadores en huelga, Andrés Rodríguez, dijo que la denuncia del Gobierno «es una gran imaginación», que no tienen cómo sustentar el supuesto sabotaje.
Desde hace 15 días, el Frente Nacional por la Defensa de la Seguridad Social (FRENADESSO) compuesto por unas 50 organizaciones sindicales que agrupan a gremios obreros de la construcción, educadores y médicos, se declararon en huelga general ante la aprobación de la denominada Ley 17, que reformó el sistema de seguridad social.
La ley aprobada incrementa gradualmente la edad de jubilación, de 57 a 60 años en las mujeres y de 62 a 65 en los hombres, entre los años 2007 y 2015. Igualmente, sube el número y el monto de las cuotas que pagan al Seguro Social los trabajadores y los empresarios, por los cual se necesitarán hasta 27 años para lograr un retiro adecuado.
Genaro López, principal líder del SUNTRACS, reiteró el llamado a nuevas protestas en Panamá, con el fin de presionar al Gobierno de Martín Torrijos y al parlamento para que retiren la controversial ley que acaba de ser ratificada.
El sindicalista igualmente dijo que pese a que se aprobó la ley, «las protestas continuarán» y que es una lucha a largo plazo.
¿Conspiración izquierdista?
Servicios de inteligencia panameños y allegados al presidente Martín Torrijos advirtieron hace poco la cercana afinidad de parte de la dirigencia sindical obrera con Cuba y Venezuela, añadiendo que se estarían recibiendo miles de dólares en fondos de parte de estos gobiernos latinoamericanos para «acceder al poder por medio de métodos violentos».
Pese a las protestas por la reforma, el gobierno de Martín Torrijos ha dicho que»no dará marcha atrás».
El pasado 1 de mayo de 2005, medios de prensa destacaron la presencia del dirigente panameño Genaro López en un desfile en honor a los trabajadores en La Habana.
Carlos Vallarino, ministro de Obras Públicas y allegado cercano a Torrijos, acusó recientemente a López y a los miembros de los gremios obreros opuestos a las reformas sociales de «tener una agenda oculta» y que están financiados por sectores de la izquierda extremista, sobre todo de Cuba.
El líder obrero desmintió esta aseveración.
Acepta el costo
Entretanto, el presidente Martín Torrijos reconoció que la aprobación de la reforma al seguro social «le costó su popularidad». En enero de 2005 tenía 28 puntos de apoyo, pero en mayo de este año descendió abruptamente a -0.1, según una encuesta publicada por la firma CID/Gallup y el diario Panamá América.
Torrijos calificó de «dolorosa y difícil» la decisión de reformar la Ley orgánica de la Caja de Seguro Social (CSS), al tiempo que dijo que era inaplazable e inevitable porque asumió la responsabilidad de transformar el país y hacerle frente a los problemas por difíciles que sean.
«Nos ha tocado tomar decisiones muy difícil y dolorosas en algunos casos pero entendemos que esa es la responsabilidad de los gobernantes de resolver los problemas por difícil y dolorosos, sobre todo en la Caja de Seguro Social», expresó el mandatario.
Desde que llegó a presentar estas reformas en el Congreso, el Gobierno panameño indicó que «no dará marcha atrás a las mismas», debido a que el país debe evitar correr el riesgo de perder la oportunidad de obtener préstamos futuros de las organizaciones financieras internacionales, ahora que urge la ampliación del canal interoceánico que administra Panamá desde diciembre de 1999.