Mesa pidió ayuda a la ONU

El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, pidió la ayuda de las Naciones Unidas para tratar de salir de la crisis política, tras haber señalado que el país se encuentra «al borde de la guerra civil».
En una carta dirigida al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, Mesa solicitó el miércoles el envío de observadores del organismo internacional.
También envió cartas a sus homólogos de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Argentina, Néstor Kirchner, con el fin de pedir la observación de los acontecimientos en Bolivia.
El martes, el canciller Juan Ignacio Siles también solicitó a los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se mantengan vigilantes, pero se abstuvo de pedir el envío de observadores.
Bolivia se opuso al reciente nombramiento del chileno José Miguel Insulza como secretario general del organismo, debido a su disputa territorial con el país vecino por una salida al mar.
Resistencia a Vaca Diez
Mientras tanto, en el interior del país prácticamente todos los sectores se han organizado para resistir la elección del jefe del Senado como presidente, en reemplazo de Mesa tras su renuncia del lunes.
Esta resistencia al senador Hormando Vaca Diez podría traducirse en un empeoramiento de los cortes de ruta y las manifestaciones que han paralizado y aislado a las principales ciudades de Bolivia.
Varios sectores han pedido a Vaca Diez que renuncie a sus ambiciones presidenciales.
El Congreso sesionará este jueves para discutir la dimisión de Mesa y dar lugar a una sucesión constitucional que dejaría la primera magistratura a cargo de Vaca Diez.
Contra el jefe del Senado se han declarado en huelga de hambre los alcaldes de cinco ciudades que conservan una gran popularidad tras haber sido elegidos hace seis meses por votaciones mayoritarias en sus distritos.
«Esta huelga es una exigencia definitiva, rotunda, al senador Hormando Vaca Diez para que deje sin efecto sus pretensiones presidenciales», declaró el alcalde de La Paz, Juan del Granado.
Ante la inminencia de la elección de Vaca Diez como mandatario, grupos de mineros y campesinos se dirigen hacia la ciudad de Sucre, donde se reunirá el Congreso, para intentar impedir que se instalen los debates.
Aliado de Sánchez de Lozada
El diputado Evo Morales, el principal líder de las protestas, ha ratificado que Vaca Diez no será aceptado como presidente.
«El senador Vaca Diez es un personaje que ha sido parte de los aliados de Gonzalo Sánchez de Lozada y su presidencia se basa en un acuerdo que ha sido apadrinado por la embajada de Estados Unidos», afirmó.
Las protestas han paralizado gran parte del país.
Sánchez de Lozada fue obligado a renunciar por una resulta popular en octubre de 2003, luego de que ordenara una sangrienta represión militar que ocasionó la muerte de 60 manifestantes.
Al término de un esfuerzo de mediación en el conflicto, el cardenal Julio Terrazas afirmó que la mayoría de los sectores con los que se entrevistó son partidarios de un adelanto de elecciones generales.
Estos comicios sólo son posibles si la sucesión constitucional recae en el presidente de la Corte Suprema, quien estaría obligado a convocarlos.
Para eso, es necesario que tanto Vaca Diez como el presidente de diputados, Mario Cossío, renuncien al mandato.
Representatividad
El apoyo de Vaca Diez proviene de los partidos tradicionales, cuya representatividad parece escasa en vista de los resultados de las elecciones municipales celebradas en diciembre pasado.
El senador también ha obtenido el apoyo de empresarios del próspero departamento de Santa Cruz, quienes lideran un movimiento autonomista rechazado por los movimientos sociales.
Las ambiciones presidenciales de Vaca Diez han hecho que Mesa le pida en público que renuncie a sus aspiraciones para no ocasionar una guerra civil.
Mientras se espera que el Congreso resuelva quién será el próximo presidente de Bolivia, gran parte del país está paralizado por los cortes de ruta.
En La Paz y otras tres ciudades escasea el combustible y la población ya soporta el comienzo de la escasez de alimentos.

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