CASTO OCANDO/El Nuevo Herald
FORT BENNING, Georgia
Tras un año de intensos estudios en el Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC), la antigua Escuela de las Américas, el mayor Jorge Mendieta Ferrufino se enfrentará a uno de los mayores retos de su carrera militar: asumir el comando de tropa cuando regrese mañana a su natal Bolivia.
»He vivido un año alejado de la situación que vive mi país; sin embargo, tengo mucha esperanza de que se solucionen los problemas», dijo el mayor Mendieta, de 42 años, quien fue premiado ayer como el mejor alumno de los 44 oficiales de Norte, Centro y Suramérica que concluyeron las clases de Comando y Estado Mayor, el famoso curso de formación de oficiales latinoamericanos que en el pasado recibió duras críticas, pero que ahora transita por una nueva etapa.
Si bien retorna a un país al borde de la guerra civil, Mendieta aseguró: «Somos respetuosos de la democracia desde 1982, y así seguiremos».
Con él, otros 21 oficiales latinoamericanos integraron la cuarta promoción de WHINSEC, el órgano de cooperación militar hemisférica creado en 2001 por el Departamento de la Defensa luego del cierre de la cuestionada Escuela de las Américas en el 2000. La nueva entidad forma líderes militares del continente para combatir el narcoterrorismo, así como para promover la democracia y los derechos humanos.
»La graduación de esta escuela es un gran hito en sus carreras», dijo el general John Craddock, comandante del Comando Sur, con sede en Miami, que presidió ayer la ceremonia.
»Estoy seguro de que algunos de ustedes se convertirán en generales y serán los futuros comandantes y ministros de defensa de sus países», vaticinó el general Craddock.
Como ya no existen los antagonismos del siglo pasado, dijo por su parte el coronel Gilberto Pérez, el comandante de WHINSEC, que nació en Marianao, Cuba, »ahora tenemos la oportunidad de trabajar conjuntamente con un grupo de oficiales que vienen a nuestros cursos bajo una nueva situación de democracia en la mayoría de nuestro hemisferio, con amenazas y enemigos no convencionales», indicó.
»Indudablemente el narcoterrismo es la mayor amenaza del continente, y el cáncer de mi país por 50 años», dijo el mayor colombiano Jorge Mora López, de 37 años, que fue el segundo mejor estudiante de la clase.