Río de Janeiro. Una nueva descarga de denuncias de corrupción agregó combustible a la hoguera política que arde en Brasil desde hace una semana y que ha colocado al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ante la mayor crisis tras 30 meses de administración.
En una nueva entrevista exclusiva con el diario Folha de Sao Paulo, el presidente del Partido Laborista Brasileño (PTB) y diputado, Roberto Jefferson, quien hace una semana levantó un torbellino diciendo que el Partido de los Trabajadores (PT) fundado por Lula compraba la lealtad de congresistas, afirmó que el esquema de sobornos partió del presidente del PT, José Genoino, refirió AP.
Jefferson implicó también al jefe de la Casa Civil, José Dirceu, considerado como el hombre políticamente con mayor poder en Brasil después de Lula; y al ministro de Hacienda, Antonio Palocci, eje de la política económica.
También involucró al ministro de Coordinación Política, Aldo Rebelo; el tesorero del PT, Delubio Soares y a otros actores gubernamentales.
Todos, según Jefferson, estaban al tanto del esquema de sobornos.
Sólo hoy podrá determinarse si las nuevas declaraciones influenciarán los mercados financieros. Casi toda la semana pasada, desde la publicación de la primera entrevista, estuvieron en baja y se recuperaron parcialmente sólo el pasado viernes. Aun así las pérdidas de la semana fueron de 7%.
Jefferson relató que para las elecciones de legisladores y gobernadores el año pasado el PTB había elaborado, a iniciativa del PT, una lista de gastos. «Genoino pidió al PTB una planilla de campaña, diciéndonos que el PT la financiaría. Presentamos una planilla de 20 millones de reales» (poco más de ocho millones de dólares), dijo Jefferson.