CASTO OCANDO
El Nuevo Herald
La corrupción y el populismo radical amenazan a Latinoamérica, y la influencia de Venezuela entre sus vecinos está generando »una situación desestabilizadora» que representa un peligro para el hemisferio, advirtió el general John Craddock, el jefe militar del Comando Sur que tiene a su cargo las operaciones militares y de inteligencia de las fuerzas militares de Estados Unidos en América Latina.
En una entrevista exclusiva con El Nuevo Herald, el general Craddock pasó revista a las potenciales amenazas para el continente, y defendió el intercambio militar entre Estados Unidos y la región, calificando de »excelentes» las relaciones con ejércitos de países como Brasil, Argentina y Uruguay.
»Mientras mayor sea el contacto, más oportunidad tendremos de aprender cómo operan ellos, y más oportunidad habrá de que ellos entiendan cómo operamos, y cómo educamos y entrenamos nuestras fuerzas militares», dijo a bordo del avión Gulfstream que lo trajo de regreso el viernes a Miami desde Fort Benning, Georgia, donde presidió la graduación de 22 oficiales latinoamericanos en el Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC), anteriormente conocido como la Escuela de las Américas.
Con algunas excepciones, prosiguió Craddock, el Comando Sur mantiene buenas relaciones con sus contrapartes latinoamericanas.
»Con Centroamérica la relación es magnífica. Obviamente Costa Rica y Panamá no tienen ejércitos, pero mantenemos contactos. Con Brasil las relaciones son excelentes. Esta semana acabamos de estar en Buenos Aires en una conferencia de ministros de la Defensa del Cono Sur, de Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, e incluso un representante boliviano», detalló.
ENH: ¿Cuál será el papel de los militares en la crisis que vive Bolivia?
JC: «Creo que la respuesta militar es de apoyar el proceso constitucional. Las instituciones democráticas son magníficas y tienen coraje. [Después del nombramiento del nuevo presidente] algunas de las protestas y disturbios comenzarán aliviarse de modo que Bolivia pueda regresar a un proceso de mayor gobernabilidad democrática en el futuro».
El alto militar estadounidense dijo que en las relaciones con el continente hay »algunas pocas excepciones», entre ellas Cuba y Venezuela.
»Obviamente, no tenemos mucha comunicación con Cuba. Cuba es un problema, ha sido un problema por 45 años», precisó.
En cuanto a Venezuela, dijo que hay una interacción »limitada» a 20 militares norteamericanos en Caracas, y cinco oficiales venezolanos en Fort Benning.
ENH: La secretaria de Estado Condoleezza Rice calificó al gobierno venezolano de una fuerza negativa en la región. ¿Usted ve al presidente Hugo Chávez como una real amenaza para el continente?
JC: «Creo que hay una amenaza a la democracia en Venezuela porque las instituciones democráticas tradicionales como las conocemos, están siendo cambiadas en Venezuela para eliminar la separación de poderes, el proceso de control y equilibrio. Creo que hay un peligro para los vecinos de Venezuela si ese proceso es exportado, y si ellos están tratando de influir en sus vecinos o en otros países de la región, ésta puede ser una situación desestabilizadora que no sería de ayuda para la región. Así que tiendo a estar de acuerdo con la secretaria Rice, y creo que los vecinos tienen que estar preocupados».
El comandante llamó la atención sobre los efectos de una carrera armamentista en Latinoamérica, y mostró su preocupación sobre la sobreabundancia de armamento que busca adquirir Venezuela, mucho más de lo que necesitaría para un ejército no mayor de 80,000 hombres.
»Existe una preocupación de que esas armas puedan perderse si no son controladas apropiadamente», indicó.
Además del tráfico de armas, la región está encarando lo que denominó »amenazas transnacionales»: narcotráfico, narcoterrorismo, tráfico de personas, inmigración ilegal, secuestros, pandillas, falsificadores y lavado de dinero.
»Son amenazas diferentes, difíciles de detectar, se mueven a lo largo de las fronteras y buscan zonas donde los gobiernos no tienen presencia», apuntó el alto militar.
Craddock añadió que las desigualdades, la corrupción y la pobreza hemisférica son «las condiciones que llevan a estas amenazas».
La corrupción produce desequilibrios y desconfianza en las instituciones de gobierno, y declaró que si se redujera en un 10 por ciento en 15 años, «el producto interno bruto de los países se duplicaría».
Al referirse a la amenaza del »populismo radical», el general advirtió que muchos grupos marginados de los beneficios y el poder en Latinoamérica, pueden ser tentados a seguir «al que hable más duro y predique salidas no democráticas para participar en un gobierno democrático».
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