Crisis en Brasil por denuncias de corrupción

Por Guido Nejamkis
BRASILIA, jun 16 (Reuters) – El jefe de gabinete de Brasil, José Dirceu, renunció a su cargo el jueves, en el inicio de una reforma en el equipo de gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que busca contener el escándalo desatado por denuncias de que su partido sobornó a legisladores.
Enfrentado a la peor crisis en sus dos años y medio en el poder, Lula aceptó la dimisión del poderoso Dirceu, según dijo el ahora ex jefe de gabinete al informar su salida del gobierno en el Palacio del Planalto, sede del poder ejecutivo brasileño.
Dirceu, uno de los principales blancos de las denuncias de un legislador aliado del gobierno, que dijo que el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula pagó mesadas a legisladores por su apoyo al gobierno, reasumirá su mandato de diputado.
«Hoy le dije al presidente que quiero dejar el cargo. El presidente aceptó mi pedido. Voy a reasumir el miércoles mi mandato de diputado federal por el estado de Sao Paulo», dijo Dirceu.
El dimitido funcionario aseguró que desde la Cámara de Diputados «podré esclarecer al país, a la opinión pública, los temas que hoy están en debate. No me avergüenzo de nada de lo que hice, tengo las manos limpias».
Dirceu, que mantiene una fuerte influencia dentro del PT, fue considerado uno de los artífices de la victoria electoral de Lula en el 2002, en la que el ex sindicalista ganó la presidencia luego de tres intentos frustrados.
Más temprano, el ministro de Educación, Tarso Genro, había revelado que Lula iniciaría en breve una reforma del gabinete de 35 ministros.
«El presidente (Lula) conversó conmigo … y yo deduzco que él tiene un proceso de cambio (ministerial) más o menos listo en la cabeza, que debe hacer en los próximos días», dijo Genro, un histórico dirigente del PT.
«El presidente ha hablado con sus ministro de manera clara que va a efectuar el cambio», agregó el ministro de Educación.
Un ministro del gobierno dijo a Reuters que Lula no anunciará más cambios ministeriales hasta el martes, cuando regrese a Brasilia tras participar en Paraguay de una reunión de jefes de Estado de los países del Mercosur.
La reforma ministerial, según analistas y legisladores, es considerada imprescindible para el intento de Lula de recuperar la iniciativa política, luego de que las graves denuncias dejaran paralizado a su gobierno.
Los analistas consideraban inexorables los cambios ministeriales debido a la necesidad del gobierno de dar una urgente respuesta a la crisis desatada por el diputado Roberto Jefferson, un aliado del gobierno que acusó al PT de pagar mensualidades de unos 12.000 dólares a legisladores de dos partidos que apoyan a Lula.
Esta semana, una fuente de alto rango del gobierno, con despacho en la presidencia brasileña, había anticipado a Reuters que la reforma involucraría el reemplazo de Dirceu, quien según Jefferson fue un partícipe clave en el supuesto esquema de corrupción en empresas estatales y nada hizo.
En un testimonio ante el Comité de Etica de la Cámara de Diputados el martes, Jefferson dijo que la permanencia de Dirceu en el gobierno convertiría al propio Lula en acusado de ilícitos.
El mandatario brasileño, hasta ahora, había elegido responder a la crisis con decisiones de carácter económico, entre ellas un programa de estímulo a la compra de maquinarias y equipos industriales.
El Banco Central, además, interrumpió en la noche del miércoles un ciclo de ajuste de la tasa de interés que se prolongó por nueve meses.
Sin embargo, Joao Augusto de Castro Neves, del Instituto Brasileño de Estudios Políticos (IBEP), indicó que esas medidas no son suficientes y reclamó un cambio de gabinete.
«El gobierno intenta establecer una agenda positiva con anuncios económicos, pero desde el punto de vista político los efectos no son tan fuertes. Lo que se espera es una respuesta política, un cambio de gabinete», indicó.
«El clima de crisis es casi insostenible, sólo se habla de eso, por eso la reforma de gabinete es inevitable. Hay consenso de que ésa es la mejor reacción», añadió Castro Neves.
Para el analista Etevaldo Días, de la consultora SantaFé Ideias, en Brasil «comienza a tomar curso un amplio proceso de depuración» en un momento en que se exige «una recomposición de la imagen institucional».
Las denuncias de corrupción en Brasil golpearon el corazón del gobierno, al PT y llegaron a afectar también los mercados financieros. ((Con el reportaje adicional de Tiago Pariz, Natuza Nery y Ricardo Amaral)) ((Redacción Brasilia, +55 61 426 7026, Reuters Messaging: [email protected]. Servicio en Español, tel: 1 + (305) 810-2625)) REUTERS GN JCV PM jrp/

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