Cuzco elminó restricciones a cultivo de coca

PAOLA UGAZ / EFE
LIMA
La decisión del gobierno regional de Cuzco de permitir el libre cultivo de hoja de coca en este departamento peruano ha causado una gran controversia porque, según los expertos, atentaría contra el equilibrio de la seguridad en la región.
El propio primer ministro de Perú, Carlos Ferrero, que ha solicitado al Tribunal Constitucional que declare improcedente la ordenanza regional, ha advertido de que si prospera la medida se disparará el cultivo legal de hoja de coca de 9,000 a 36,000 hectáreas en el país.
Aún así, el presidente regional de Cuzco, Carlos Cuaresma, anunció el domingo a EFE que hoy promulgará la medida, en la que se reconoce «como zonas de producción tradicional de carácter legal de la planta de hoja de coca a los valles cuzqueños de La Convención, Qosñipata y Yanatile».
La controversia no se ha hecho esperar y el ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi manifestó el domingo que la ley que impulsa el presidente regional »es un paso trascendental en la escalada que está conduciendo el país al caos», al volverse incontrolable el cultivo de hojas de coca.
»Si algunos creían que la anarquía en que se ha sumido Bolivia nos era ajena ahora deberían empezar a recapacitar. Si se permite el desatino de Cuaresma, Perú habrá dado un paso decisivo en el camino del caos que ya se cierne sobre nosotros», señaló.
En tanto, el especialista en drogas y Amazonía, Ricardo Soberón, señaló que esta ordenanza «constituye una piedra en el zapato para el Gabinete del (primer ministro Carlos) Ferrero; no ha sabido manejarlo, lo que vuelve el escenario social que vive el país de tibio a caliente».
La ordenanza regional señala que la producción de la planta en Cuzco, departamento ubicado a 1,165 kilómetros al sureste de Lima y uno de los polos turísticos más importantes, »está destinada al uso medicinal, ceremonial, religioso, cultural, «chaccheo» (masticación de la hoja de coca) y aquellas que son adquiridas de forma lícita» por la empresa estatal de la hoja de coca (Enaco), «para su respectiva comercialización».
Además, define a la hoja de coca «como un patrimonio regional biológico, cultural histórico y recurso botánico integrado a la cultura y cosmovisión del mundo andino, y las costumbres y tradiciones culturales medicinales».
Cuaresma adelantó a EFE que hoy promulgará la norma durante la fiesta ancestral del Cuzco que coincide con el solsticio de invierno austral y que será protagonizada por cuatro sacerdotes incas en la plaza del líder indígena rebelde Túpac Amaru II.
En dicha ceremonia, los religiosos incas harán tributos a la »madre tierra» o »pachamama» (en quechua), y se entonará en esta lengua autóctona la canción »Coca Quintucha», un himno entre los habitantes del sur andino y que ensalza al polémico cultivo como sagrado.
Posteriormente, la autoridad regional de Cuzco, la antigua capital del imperio Inca, condenará, en un mensaje, el narcotráfico y ratificará el carácter constitucional de la liberación de los cultivos de hoja de coca.
A Cuaresma no le preocupa la abierta oposición del Gobierno central a su ordenanza y señaló a EFE que «no se trata de defender la norma, ahora está en juego la autonomía de las regiones, si el Gobierno sigue adelante puede despertar al puma cuzqueño y declararemos al Cuzco como región autónoma e independiente».
»El Ejecutivo ignora la historia de Perú si quiere estigmatizar a la hoja de coca», y el martes cerca de 20,000 cuzqueños »le mostraremos nuestra fuerza para defender nuestras tradiciones», agregó.
A las críticas gubernamentales se unieron las del jefe de la lucha antidrogas peruano y responsable de la oficina estatal Devida, Nils Ericsson, para quien la legalización de la hoja de coca en Cuzco puede ser secundada en otros lugares del país, como en el departamento selvático de Huánuco, lo que transformaría a Perú «en un narcoestado».
Según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el cultivo de coca en la región andina (Colombia, Perú y Bolivia) aumentó en el 2004 por primera vez en cuatro años, al pasar de 153,800 a 158,000 hectáreas.
Colombia cultivó el año pasado 80,000 hectáreas de coca (86,000 en el 2003), seguida de Perú con 50,300 (44,200 en el ,2003) y Bolivia con 27,700 hectáreas, frente a 23,600 el año pasado.

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