En EE.UU. incrementan presión sobre delincuentes sexuales

MICHAEL HILL
Associated Press
ALBANY, Nueva York – La vigilancia y presión sobre los delincuentes sexuales es más fuerte que nunca.
Las leyes restringen el lugar donde pueden vivir, los sitios en internet tienen sus nombres en una lista especial, los satélites siguen sus pasos. Los vecinos y patrones los obligan a dejar sus casas y empleos.
La mayor presión a los delincuentes sexuales en todo el país se debe a que hubo varios asesinatos de niños realizados presuntamente por agresores sexuales liberados. Las medidas enérgicas buscan proteger a los menores de edad.
Pero algunos expertos se preguntan si los delincuentes sexuales están siendo presionados demasiado, al punto que podrían volverse más peligrosos para la sociedad.
Algunos investigadores y terapeutas dicen que los agresores sexuales están teniendo muchas dificultades para conservar su casa y empleo, así como para tener una vida estable.
«Yo preferiría que alguien que cometió un delito sexual pudiera ir a trabajar todos los días, que regresará a casa cansado, que tuviera un sentido de bienestar que surge de tener un ingreso y tuviera una casa segura; y no tener a un agresor sexual con mucho tiempo libre», dijo Richard Hamill, presidente de la Alliance of Sex Offender Service Providers del estado de Nueva York. «Usted dígame; ¿quién tiene mayor riesgo de reincidencia?».
Los delincuentes sexuales siempre han sido parias. Pero se ha vuelto más difícil para ellos reintegrarse calladamente a las comunidades desde que los estados comenzaron a adoptar versiones de la Ley Megan hace una década.
La ley, que toma el nombre por Megan Kanka, una niña de 7 años de Nueva Jersey que fue asesinada por un vecino en 1994, creó registros públicos de delincuentes sexuales condenados.
En un estudio publicado este año, los investigadores entrevistaron a 183 delincuentes sexuales en Florida y encontraron que 27% señalaron que perdieron su empleo debido a que un empleador o un compañero de trabajo se enteró de su antecedente delictivo; 20% de los encuestados señalaron que tuvieron que mudarse de su casa debido a que el arrendador se enteró del antecedente; 15% de ellos tuvieron que dejar su casa luego que los vecinos se quejaron, y 33% fueron amenazados o acosados por sus vecinos.
«Me siento atrapado al vivir donde vivo», comentó uno de los entrevistados.
Otro señaló: «Doy la bienvenida a una muerte prematura».
Jill Levenson, escritor y profesor de la Universidad Lynn en Florida, dijo que el «estrés psicosocial» ha sido vinculado a agresiones repetidas por parte de este tipo de delincuentes. Algunos especialistas temen que las recientes medidas de fuerza podrían incrementar su estrés.
Algunos estados ahora rastrean a delincuentes sexuales con satélites de posicionamiento global. Luego que un delincuentes sexual registrado fue acusado de la muerte de una niña de 9 años en Florida, el estado aprobó una ley que exige que ciertos agresores de niños se sometan a un rastreo satelital de por vida.
La gobernadora de Michigan Jennifer Granholm ha dicho que quiere que los legisladores estatales establezcan «zonas libres de predadores» de 300 metros (1.000 pies) alrededor de escuelas.
A principio de este mes, Miami Beach, Florida, prohibió que los agresores infantiles se muden allí, adoptando un decreto que les impide vivir a 760 metros (2.500 pies) de escuelas, de paradas de autobuses escolares, de guarderías, parques y campos de juego.

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