Agence France Presse
GUATEMALA
Las temibles pandillas juveniles conocidas como »maras» son el brazo armado del crimen organizado en Guatemala, pues tanto narcotraficantes como los llamados grupos paralelos los utilizan para mantener en zozobra a los ciudadanos, aseguró ayer el fiscal general, Juan Luis Florido.
»Las maras hace dos años eran organizaciones puramente de barrio, donde se limitaban a la violencia urbana que cualquier país del mundo podría tener, y poco a poco fueron convirtiéndose en el brazo criminal del crimen organizado para mantener un estado de zozobra y caos en la población», sostuvo Florido.
De acuerdo con el funcionario, las pandillas juveniles han logrado estructurarse gracias al apoyo económico del narcotráfico, como una organización criminal, a semejanza de «la mafia en Estados Unidos».
El jefe de la sección de operaciones de la Policía Nacional Civil (PNC), Henry López, coincidió con el fiscal, al recordar los últimos hechos en los que se han visto involucrados pandilleros, que incluso trataron de incendiar una vivienda en un barrio capitalino, sólo porque unos jóvenes rechazaron integrar al grupo. ‘La estructura que tienen los `mareros’ para cobrar el impuesto de circulación a autobuses, así como a comerciantes en diferentes áreas del país, y la adquisición de armas, hacen suponer que hay alguna organización que los está financiando», afirmó López a la AFP.
Según el fiscal general, «la población está empezando a sufrir las consecuencias de una organización que ya está estructurada, y que se estructuró a través de un apoyo financiero, y ese apoyo viene del crimen organizado, viene del narcotráfico».
Florido explicó que esto hace que las fuerzas de seguridad se enfoquen en la problemática de las pandillas y se distraigan atendiendo los actos delictivos de los `mareros’.