La Fiscalía de México trasladó el martes, a la capital del país, a 43 de los 44 individuos que fueron liberados el domingo en Nuevo Laredo con el fin de determinar si alguno sostiene relación con el crimen organizado.
Al menos setenta personas han muerto violentamente en Nuevo Laredo en lo que va de año.
Las autoridades tratan de determinar si los detenidos pertenecen al cartel de Sinaloa, que encabeza Joaquín «El Chapo» Guzmán.
El portavoz de la Fiscalía, Gerardo Ibáñez, señaló que de los 44 liberados en Nuevo Laredo hay uno que fue ingresado en el Hospital General de esa ciudad, ya que la operación de rescate se dio cuando sus captores le torturaban.
En el operativo intervinieron 200 agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP), de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y efectivos militares de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena).
En el mismo también fueron detenidos tres supuestos captores.
La acción se realizó en el marco de la operación «México Seguro», que el gobierno puso en marcha el pasado 11 de junio en los estados de Baja California y Tamaulipas, además de Sinaloa, para frenar la violencia de los cárteles de la droga en la frontera con EE.UU., donde han sido asesinadas cientos de personas en los últimos meses.
El subsecretario de Política Criminal de la SSP, Rafael Ríos, detalló que los liberados fueron secuestrados por policías municipales de Nuevo Laredo y por miembros de los Zetas, grupo que conforman ex militares mexicanos que trabajan como asesinos a sueldo para los cárteles de la droga.