DAVID ROYSE / Associated Press
TALLAHASSEE, Florida
Cuando el gobierno federal, en abril, dejó de financiar una base de datos que permite a la policía acceder rápidamente a información sobre estadounidenses, los defensores de la intimidad festejaron lo que consideraron una victoria contra el exceso de celo en la lucha contra el terrorismo.
Sin embargo, algunos estados están utilizando un sistema similar, buscando la manera de pasar rápidamente por el tamiz una montaña de datos: fotos, números telefónicos, información sobre autos.
La base de datos Matrix, sostienen, ayuda a resolver tantos crímenes que sería un crimen abandonarla.
Florida, Ohio, Connecticut y Pensilvania todavía están utilizando programas que permiten a los investigadores estudiar rápidamente la información sobre los habitantes del ciberespacio.
Pero sin el subsidio federal para el sistema Matrix para compartir la información, no podrán entrar fácilmente en los archivos digitales de otros estados, al menos por ahora.
Los defensores de la privacidad alegan que el gobierno no debería acceder tan fácilmente a información sobre personas que no han violado la ley.
Pero los agentes del orden que quieren mantener con vida el Matrix argumentan que la información ya a está a disposición de compañías que la usan con fines menos nobles.
La policía siempre ha usado esa información; pero hasta ahora no contaba con una herramienta informática tan poderosa para vincular a personas con lugares.
»Los medios de comunicación usan esos datos, lo mismo que los abogados y los bancos», declaró Mark Zadra, agente del Departamento de Seguridad de Florida a cargo del sistema. «Usamos datos del internet como ésos desde hace 10 o 15 años. Esto los vincula. ¿Por qué tardaron tanto las fuerzas de seguridad para usar la tecnología y entrar en el siglo XXI?»
Matrix –sigla en inglés del Intercambio de Información Antiterrorista Multiestatal– nació como herramienta antiterrorista después de los atentados del 11 de setiembre.
Creado por policías de Florida con la colaboración de un ex narcotraficante convertido en mago de la computación llamado Hank Asher, fue concebido como un medio para que los estados combinen información sobre personas –por ejemplo, expedientes de tránsito y prontuarios criminales– con archivos similares de otros estados.
La compañía que fundó Asher, pero para la cual ya no trabaja, Seisint Inc., agregó a Matrix información recogida en el sector privado tales como nombres, direcciones y números del Seguro Social, que son las que emplean las compañías emisoras de tarjetas de crédito.
Ese programa daría a los estados una herramienta poderosa capaz de vincular a una persona a varias direcciones o vehículos, así como a otras personas residentes en las mismas casas o conductoras de los mismos vehículos.