CIARAN GILES
Associated Press
MADRID – El presidente colombiano Alvaro Uribe negó el lunes que la nueva ley de paz de su país favorezca a los paramilitares, y dijo que el mismo es imparcial con todos los terroristas.
«La ley no es para los paramilitares, es universal», dijo Uribe en una reunión en Madird de empresarios y políticos. «Es para aquellos que se han desmovilizado y los que lo harán en el futuro».
Uribe dijo que su gobierno ha cambiado a Colombia y citó la desmovilización de unos 13.000 rebeldes, tanto paramilitares como guerrilleros, y añadió que habrá muchos más.
Uribe habló en el primer día de su visita oficial a España. Previamente, el mandatario colombiano fue recibido por el rey Juan Carlos, y el martes se reunirá con el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Críticos, incluyendo a Amnistía Internacional, acusan al gobierno de Uribe de mano suave con los paramilitares de ultraderecha, de ofrecerles generosas concesiones para el desarme y de no asegurar que los violadores de derechos humanos sean llevados ante la justicia.
Aunque el acuerdo de paz casi seguramente reducirá el nivel de violencia en Colombia, el largo conflicto no va a terminar, pues los dos principales grupos guerrilleros de izquierda no han aceptado sentarse a dialogar y continúan atacando blancos militares y civiles.
En una carta el lunes, AI pidió a Rodríguez Zapatero no apoyar «política ni económicamente las medidas de impunidad que están siendo adoptadas» en Colombia.
Pero Uribe dijo que la ley no provee «perdón ni amnistía por delitos graves», y dijo que los críticos han sido engañados por los terroristas.
Previamente en el encuentro, el presidente colombiano instó a los líderes empresarios de España a invertir en su país.
Uribe manifestó que las condiciones de seguridad habían mejorado en Colombia desde que asumió como presidente en el 2002 y comenzó a luchar contra las guerrillas izquierdistas que se han mantenido activas por más de 40 años. Al menos 35.000 personas han muerto.
Se espera que Uribe y Zapatero firmen acuerdos para incrementar la cooperación judicial entre ambas naciones, mientras Colombia combate a las milicias rebeldes y España enfrenta al grupo separatista vasco ETA.