Alerta naranja en EE.UU. tras nuevos atentados en Londres

José Carreño/Corresponsal
El Universal
Viernes 22 de julio de 2005
Washington. Las medidas de seguridad fueron visiblemente incrementadas ayer en varios sistemas de transporte colectivo y estaciones ferroviarias estadounidenses como resultado inmediato de los nuevos atentados registrados ayer en Londres.
La Casa Blanca confirmó que los sistemas de transporte masiva del país «continúan en el elevado estado de alerta» en que fueron colocados tras los ataques contra el «subterráneo» de Londres hace justamente dos semanas.
«Siempre tomamos cualquier amenaza tan seriamente como sea posible», comentó Scott McLellan, portavoz de la Casa Blanca.
El estado de alarma en los sistemas de comunicación estadounidenses está en el nivel «naranja», que indica una gran posibilidad de un atentado. El nivel «rojo» indica un atentado en desarrollo.
Las patrullas policiacas armadas fueron más visibles en las estaciones del metro de Washington, donde las autoridades locales advirtieron que los pasajeros deberán habituarse a ver perros especializados en detectar explosivos. Las revisiones alcanzarán también autobuses.
Hay también mayor vigilancia en la terminal del ferrocarril y en las afueras de los principales edificios y monumentos de la capital estadounidense, especialmente el Pentágono y el Capitolio.
Reportes de Nueva York consignaron también mayor vigilancia, así como registros al azar de bultos y bolsas de pasajeros en el tren subterráneo de esa ciudad.
Las autoridades neoyorquinas anunciaron también la intención de iniciar simulacros de ataques con armas bioquímicas.
La vigilancia sobre otros sistemas de transporte colectivo, especialmente en Boston, Chicago y Los Ángeles, fue también incrementada.
De igual manera, la vigilancia sobre eventuales blancos terroristas, particularmente en los puertos, puentes, plantas generadoras de energía, presas y sistemas de transportación aumentó luego de los ataques registrados el 7 de julio pasado en la capital británica.
Estados Unidos ha tratado de tomar todas las medidas posibles para evitar un atentado como el del 11 de septiembre de 2001, cuando 19 terroristas lograron secuestrar cuatro aviones de pasajeros y estrellar tres de ellos contra las torres gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington, en sendos ataques que causaron unos 3 mil muertos y daños por más de 600 mil millones de dólares.

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