Una corte en la población francesa de Angers condenó este miércoles, en un juicio masivo, a 65 implicados de participar en una red de pederastas. Éste el mayor proceso judicial por ese delito en la historia del país galo.
Algunos de los que fueron declarados culpables, en el juicio que duró cuatro meses y medio, prostituyeron y abusaron de sus propios hijos, en lo que fue descrito como una rutina «infernal» de incesto y pornografía que duró más de dos años.
A los 38 hombres y 27 mujeres se les acusó de haber participado en sesiones sexuales en un barrio pobre de la localidad de Angers, ubicada en el centro de Francia, entre los años 1999 y 2002.
Algunos de ellos intercambiaban a sus hijos por comida o cajas de cigarrillo, de acuerdo a las audiencias en la corte.
Los menores que fueron sometidos a abusos tenían entre 6 meses y 12 años.
Sentencias
Entre los acusados se encuentran padres de las víctimas.
Después de nueve días de deliberaciones en un colegio militar local, los nueve miembros del jurado encontraron a los organizadores de la banda culpables de violación y prostitución de menores, por lo que la corte dictó condenas de hasta 28 años de cárcel.
El apartamento de Franck V. y su pareja Patricia M. era donde se realizaban la mayoría de las actividades. A ellos se les sentenció a 18 y 16 años de cárcel y fueron declarados culpables por haber violado a sus hijas.
El padre de Franck V, Phillipe, quien en el pasado fue procesado por haber violado a su hijo, fue condenado a 28 años en prisión por ser uno de los instigadores de la banda y por haber abusado de sus nietas.
En la red había dos hermanos, Jean-Marc y Eric J. Ellos ya tenían un historial criminal y en este caso tendrán que pasar 26 y 28 años en la cárcel, respectivamente.
Didier R fue declarada culpable de prostituir a 31 niños y de participar en violaciones. Ella deberá estar 18 años tras las rejas.
Tres absueltos
En una larga sesión de la corte, los miembros del jurado fueron dando, poco a poco, las condenas a los implicados.
Sólo tres de los procesados fueron absueltos. Sus nombres no fueron revelados a los medios de comunicación para proteger a los hijos de los acusados.
Para dar el veredicto, el jurado ignoró los argumentos de los abogados defensores, quienes insistían que en un juicio de tal magnitud -con 250.000 páginas de cargos, 250 testigos, y 93 días de audiencias- era imposible alcanzar una justa conclusión sobre las 65 personas.
«Nuestros temores son muy válidos. Tememos que haya una especie de responsabilidad colectiva, una culpabilidad generalizada, por lo que será extremadamente difícil para el jurado separar cada uno de los casos», dijo uno de los abogados durante el juicio.
Otro litigante dijo que la corte debería tomar en cuenta el contexto en el que vivían los implicados, «el cual es una depravación social y en la que hay una falta de servicios judiciales y sociales».
«Casi todos los acusados fueron víctimas de abusos cuando eran niños y no tuvieron un juicio», dijo el abogado.
