Londres. El número de ataques contra musulmanes en Londres se ha incrementado 600% desde los atentados terroristas de julio, informaron medios de prensa británicos citando fuentes de Scotland Yard.
A partir de los atentados del pasado 7 de julio, la policía registró 269 casos de insultos, lesiones corporales y daños causados en mezquitas de la capital británica. En el mismo período del año pasado sólo se registraron 40 incidentes de este tipo, reseñó DPA.
Se trata principalmente de agresiones físicas y verbales, así como de actos de vandalismo, especialmente contra las mezquitas.
Tan sólo durante los tres primeros días siguientes a los atentados contra el metro y un autobús, que dejaron 56 muertos y más de 700 heridos, hubo 68 «delitos de odio de origen religioso».
«Es inquietante, porque el racismo y la islamofobia van unidos», declaró el doctor Abdul Bari, del Consejo de los Musulmanes de Gran Bretaña. «Todas las comunidades, no solamente los musulmanes, se sienten bajo presión», dijo.
El pasado viernes en las afueras de Liverpool Anthony Walker, un estudiante negro de 18 años, murió después de una agresión durante la cual le entraron a hachazos mientras esperaba un autobús.
«Tenemos que observar los hechos», declaró Anas Al-Takriti, de la Asociación de Musulmanes de Gran Bretaña. «Y los hechos son que, como sociedad, tenemos un problema de extremismo tanto del lado musulmán» como de la extrema derecha, señaló.
Para Scotland Yard, el aumento de la violencia intercomunitaria es especialmente inquietante ya que puede provocar un repliegue sobre sí misma de la comunidad musulmana, en un momento en el que la policía la necesita más que nunca para aislar a los fanáticos.
«Esto puede conducir a las comunidades a encerrarse en sí mismas y a no implicarse cuando necesitemos su apoyo», declaró el comisario adjunto Tarik Ghaffur.