Bogotá. El jefe paramilitar colombiano desmovilizado Salvatore Mancuso aseguró que «lo ideal» para garantizar empleo a los hombres que depusieron las armas en el marco de las negociaciones de paz es crear una guardia nacional en la que se enrolen para prestar seguridad a la infraestructura productiva.
«90% de nuestras tropas no quiere volver al campo. Ellos recibieron un entrenamiento valioso en seguridad, luego deberían utilizarse en la seguridad del Estado. Ahora, una guardia nacional que cuide la infraestructura productiva es lo ideal, utilizar las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para que el resto de tropas de las instituciones del Estado avancen», dijo Mancuso, informó DPA.
El jefe paramilitar anunció que apoya la reelección del presidente Alvaro Uribe, «los hombres que hacen bien el trabajo tienen que repetir en sus funciones y este presidente ha dado pasos de avance para la pacificación de la nación».
Por su parte el jefe paramilitar Vicente Castaño, considerado el cerebro de las AUC y buscado por las autoridades de Alemania por ser el dueño de un alijo de 650 kilos de cocaína, se desmovilizará junto a 1.500 hombres del Bloque Centauros antes de finalizar agosto, informó un portavoz del grupo ultraderechista.
Apoyo de la OEA
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que ese organismo busca fortalecer el proceso de desmovilización de los paramilitares colombianos y que más adelante habrá oportunidad de analizar las violaciones a los derechos humanos de las cuales son acusados.
Grupos de derechos humanos temen que tras la desmovilización de los paramilitares quedaren impunes los crímenes cometidos por estos grupos subversivos. La OEA mantiene en Colombia una misión de observadores de la desmovilización.
Hasta el pasado fin de semana unos 8.800 paramilitares de extrema derecha habían dejado las armas en el contexto del proceso de paz impulsado por el gobierno del presidente Alvaro Uribe.
Los paramilitares derechistas de las AUC contarían con unos 20.000 hombres.
Tanto los derechistas combatientes de las AUC como los guerrilleros izquierdistas de esa nación son responsables de graves violaciones a los derechos humanos.
La desmovilización se produce en el marco de una «Ley de Justicia y Paz» que impulsa el abandono de las armas a cambio de períodos reducidos de cárcel y de otros beneficios económicos y de capacitación laboral para que se reintegren a la vida civil.