Sube cifra de muertes en motocicleta en Florida

LESLEY CLARK
The Miami Herald
Las muertes y los gastos médicos causados por accidentes de motocicletas han aumentado drásticamente desde el año 2000, cuando el gobernador Jeb Bush revocó la ley que exigía que los motociclistas tenían que ponerse cascos protectores.
Según una encuesta realizada por la Agencia Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA), desde que la medida entró en vigor hace tres años, el número de accidentes mortales de motocicletas ha aumentado más de 81 por ciento, comparado con un aumento de 48 por ciento a nivel nacional. Aunque solamente los motociclistas de más de 21 años de edad son los que pueden andar sin cascos, el estudio muestra que las muertes entre los motociclistas de 21 años o menos casi se triplicaron desde el 2000.
El estudio refuerza los argumentos de los que critican la medida del 2000, según los cuales la misma iba a provocar un aumento de las muertes por accidentes.
»Las cifras son bien convincentes de que la Florida ha pagado un precio elevado», declaró Rae Tyson, un portavoz de la agencia federal. «Hay datos suficientes para que cualquier estado que esté considerando hacer lo mismo comprenda que las consecuencias son serias».
Entre las conclusiones: en los 30 meses posteriores a la revocación, 4,986 motociclistas ingresaron a hospitales. Ello representa 40 por ciento más que los 3,567 ingresos en los 30 meses anteriores al cambio de ley. Los ingresos por lesiones en la cabeza aumentaron 80 por ciento y los costos de hospitales por lesiones en la cabeza, cráneo o cerebro de los motociclistas pasaron del doble: de $21 a $50 millones.
El informe sugiere que parte del aumento de las muertes de motociclistas se puede atribuir a que el número de ellos ha aumentado en la Florida, pero incluso cuando se tiene en cuenta ese factor, el número de muertes después del cambio por cada 10,000 motociclistas registrados aumentó de 0.7 en 1998 a 6.1 en el 2002.
Un portavoz del gobernador, quien afirmó en aquel momento que se vio obligado a firmar la revocación porque la legislatura la incluyó en una ley de transporte más compleja, no quiso hacer comentario ya que su oficina no había visto aún el informe.
Sin embargo, James »Doc» Reichenbach, un cabildero del grupo que abogó con éxito por la revocación de la ley de cascos en el 2000, indicó que la agencia federal está parcializada en contra de los motociclistas sin cascos, y que el aumento en los casos de muerte puede atribuirse al aumento de la popularidad de las motocicletas.
El estudio encargado por la NHTSA estuvo a cargo de Preusser Research Group, una compañía de análisis de Connecticut que se especializa en temas relacionados con el transporte y la seguridad en las carreteras.
El grupo no atribuye en su totalidad las muertes a la ausencia de los cascos, y afirma que también hay otros factores, tales como el alcohol y el exceso de velocidad.
Pero el informe también señala que los datos de accidentes sugieren que el uso de cascos ha disminuido, incluso entre motociclistas menores de 21, aunque a éstos se les requiere usarlos por ley.
Según el informe, de los 515 motociclistas muertos en accidentes en los tres años anteriores al cambio de ley, consta que 9 por ciento no llevaba casco puesto.
En los tres años posteriores a la revocación, 61 por ciento de los 933 motociclistas muertos no usaban cascos.
En los tres años anteriores a la revocación, hubo 35 motociclistas menores de 21 años que murieron en accidentes en la Florida y 26 por ciento no tenía cascos puestos. Después del cambio, hubo 101 muertos, 45 por ciento de los cuales no llevaba cascos puestos.
Estudios de casos similares en Arkansas, Kentucky y Texas dieron resultados parecidos. Según Tyson, unas estadísticas publicadas en el 2004 convencieron a los legisladores de Louisiana a reinstaurar la ley de cascos obligatorios.
El estudio mostró que 111 motociclistas murieron en los dos años después de que Louisiana revocó la ley de cascos obligatorios en 1999, más del doble de los que murieron en los dos años anteriores.

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