Mercado de los "cuartos del miedo" crece en Florida

EVAN S. BENN
The Miami Herald
Angela Nystrom mira a través de la tienda inflable color azul dentro de su casa de Davie. La cinta adhesiva y el plástico muestran que son suficientes para proteger a los norteamericanos de un ataque químico.
Nystrom, de 47 años, es propietaria de Survivor Depot, una compañía que se especializa en la comercialización de habitaciones seguras con el objeto de que las personas se protejan de ataques biológicos o un desastre nuclear.
»El gobierno nos dice que utilicemos cinta adhesiva y plástico en la casa para sellar una habitación, pero si algún día ocurre una tragedia, eso no servirá de nada», afirma Nystrom.
Es en este momento cuando las tiendas Nystrom entran a desempeñar su papel.
El modelo Noah’s Ark Rainbow 36A se puede inflar en apenas minutos y promete permanecer como un sitio libre de tóxicos durante días, explica Nystrom. El sofisticado artículo cuesta $3,100.
Sin embargo, hay más de uno que esté dispuesto a gastar grandes sumas para poder tener tranquilidad mental en su hogar.
Algunos urbanistas y corredores de bienes raíces en el sur de la Florida han detectado un aumento en las solicitudes de habitaciones sólidas antipánico —-parecidas a la de la película que en el 2002 interpretó Jodie Foster—-, sobre todo para clientes ricos y famosos.
»Lo cierto es que si usted es una persona célebre, sin duda corre un riesgo mayor de ser secuestrada o que roben en su casa», argumenta Sean Murphy, vicepresidente de operaciones de construcción de la firma miamense Coastal Construction Group.
Coastal construye las llamadas habitaciones antipánico, también conocidas como habitaciones seguras, para cualquiera que esté dispuesto a pagar entre $25,000 y $500,000, todo en función de las alarmas y aparatos con que cuente.
Entre otros modelos más elaborados se hallan artefactos como televisores de circuito cerrado para monitorear lo que está sucediendo en el resto de la casa y un generador en caso de que los agresores corten la electricidad.
Otras comodidades como baños, comida y conexiones para Internet tienen un costo adicional.
Explica Murphy que su compañía ha construido casas en el sur de la Florida para celebridades como Sylvester Stallone, Oprah Winfrey Dan Marino y Bob Vila, animador del popular programa de televisión This Old House.
Nystrom afirma que la mayor parte de su negocio tiene que ver con clientes por Internet que vienen de otros estados, y opina que los floridanos temen más a los huracanes que a los ataques terroristas o a los que penetran en las casas.

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